Publicado en Todo Incluido, hace 3 horas
Por: Ángel González-
El debate sobre la publicidad estatal está encendido, Somos Pueblo tiene unos resúmenes muy buenos en Youtube. ¿Pero eliminarla por completo es la solución? En absoluto. El problema no es el presupuesto, sino el desorden con que se maneja.
Hoy, la publicidad estatal se reparte “al dedo” (dedocráticamente), sin licitaciones, sin estrategias y sin cumplir su verdadero propósito: informar y orientar a la ciudadanía. Se gasta dinero público en colocación de anuncios a emisoras ilegales, comunicadores sin credibilidad y campañas irrelevantes que nadie ve en medios que nadie conoce. ¿El resultado? *Un sistema corrupto e ineficaz que beneficia a pocos y deja al pueblo desinformado.*
Y mientras tanto, regiones como el sur, la nuestra, de las más pobres y abandonadas, siguen sin acceso a información clave sobre salud, educación o seguridad, cultura, tránsito y otras informaciones importantes. Porque aquí la comunicación no es prioridad, sino un botín político.
¿La solución? No es extinguir el presupuesto, sino fiscalizarlo. Exigir licitaciones transparentes donde solo participen empresas que cumplan requisitos claros de cobertura, impacto y compromiso social. Y asegurarnos de que cada peso invertido llegue a quienes más lo necesitan.
La publicidad estatal no puede ser un negocio personal ni un lujo para privilegiados. Debe ser una herramienta estratégica para educar, orientar y mejorar la vida de los ciudadanos.