Publicado en Editorial, hace 6 años
El reciente deceso del periodista Carlos Acevedo tras no recibir la atención médica de urgencia a la que tenía derechos en Puerto Plata es atribuido ya, tras indagaciones, a “fallas y errores” en el manejo de su caso.
Persistió con él la manifiesta falta de humanidad que en la seguridad social con frecuencia coloca a la vida humana a depender de la aparición a tiempo de un carnet o de una garantía económica aunque lo que está en riesgo carece de valor monetario.
La obligación única de estabilizar en sus signos vitales a pacientes graves por causas naturales o accidentales puede implicar mortalidad si no se ingresa de inmediato a procedimientos médicos que incluyan cuidados intensivos en las mismas clínicas.
El luctuoso final de Acevedo expone una insuficiencia inaceptable en las atenciones de emergencia.