Publicado en Editorial, hace 6 años
El Gobierno y los médicos se han tendido un ramo de olivo. El Presidente Danilo Medina recibió en su despacho a los integrantes de la directiva del Colegio Médico Dominicano, encabezada por su nuevo presidente, el doctor Wilson Roa.
Es justo que se distienda la confrontación y que se dialogue sin dejar cabida a la posterior mala interpretación de los acuerdos por alguna de las partes, como se alega que ha ocurrido. La meta, a partir de este encuentro, debe ser alcanzar un compromiso por el país para optimizar servicios de salud.
Los médicos han estado reclamando reivindicaciones económicas que merecen. Es necesario llegar a arreglos para que se les reconozcan, pero paralelamente los médicos deben asumir el compromiso de cumplir las horas de trabajo pactadas y velar porque los pacientes reciban las atenciones que demandan sus padecimientos de salud.
El Gobierno, de su lado, debe comprometerse a que nada ha de faltar en los hospitales y que no reeditará la situación creada por la intervención simultánea de decenas de estos centros para remodelación.
El lenguaje primitivo de las huelgas médicas y la tozudez oficial debe quedar en el pasado, pues bastante daño ha causado a quienes solo tienen acceso a las atenciones en los hospitales.
El encuentro entre Gobierno y médicos debe ser la señal más auspiciosa de que habrá un compromiso por el país.