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Insistir con Venezuela

Publicado en Editorial, hace 5 años

Es importante insistir en que los gobiernos que andan a pie juntillas con Estados Unidos en el manejo de la crisis de Venezuela están contribuyendo a la profundización de la confrontación en ese país y estimulan la violencia.

Bajo el argumento de que es necesario expulsar a Nicolás Maduro del poder, sobre la base de que oprime al pueblo venezolano, promueven la violación de un principio fundamental que es la autodeterminación de los pueblos.

No entra en esta cuestión la discusión de los métodos que utilizan Maduro o sus parciales en el poder, sino la defensa de lo que contradictoriamente forma parte de los principios del sistema interamericano. Los mismos que están consagrados en la Carta de constitución de la Organización de Estados Americanos (OEA) que reconoce el derecho internacional como norma de conducta de los Estados en sus relaciones recíprocas, y específicamente el acápite e) del artículo 3) que instituye que “todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga, y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otro Estado. Con sujeción a lo arriba dispuesto, los Estados americanos cooperarán ampliamente entre sí y con independencia de la naturaleza de sus sistemas políticos, económicos y sociales”.

Ahora, un grupo de países, entre ellos República Dominicana, presentan a quienes invocan el derecho de los pueblos a la autodeterminación como defensores de métodos dictatoriales, lo que es simplemente una justificación para proceder a conveniencia, según intereses geopolíticos dominantes.

No se defiende una gestión de gobierno colapsada, que no ha podido satisfacer las expectativas de su pueblo, y peor aún, ni siquiera garantizar suministros y el funcionamiento básico de la economía, al margen de medidas abusivas contra opositores. Rechazamos ese proceder.

Pero ninguna nación puede decirle a otra lo que debe hacer. Ya lo han hecho en República Dominicana. Lo hicieron en 1965 y en diferentes coyunturas pretenden imponer su voluntad. Es simplemente injerencismo.

Insistimos: Son los venezolanos quienes deben decidir su destino. La comunidad internacional puede contribuir alentando el diálogo y a la reconciliación nacional.

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