Publicado en La Voz del Sur, hace 4 días
Carlos Julio Féliz
Pedernales- A Marconis Rosario Gullón, un joven que apenas rebasaba la adolescencia, se le apagó la vida en medio de un “viacrucis” que vivió su familia en busca de atenciones médicas para salvarlo, tras un accidente que sufrió en Pedernales a donde llegó a pasarse unos días para celebrar los éxitos que había alcanzado, en España, donde residía desde hacía cinco años.
Abatidos por el dolor, Ruddy Rosario Samboy y Yovanny Gullón (Yova), padres de Marconis, hacen esfuerzos para contar cómo vivieron esos momentos de angustia, dolor y desesperación, desde el momento del accidente que sufrió su hijo hasta que dejó de respirar por siempre.
A punto de
estallar en llanto, Yova nos cuentan, en su residencia de la calle K, en el sector Savica, de Pedernales, donde Marconis vio la luz hace 22 años, que su hijo se había ido a España para vivir junto a su padre y su hermanita, Ivana Margarita, lleno de sueños, con el fin de estudiar, trabajar y dedicarse al boxeo, el deporte que le fascinaba.
Cuenta que dejó gratos recuerdos en Pedernales. Había hecho los cursos primarios en el colegio Divino Niño, una escuela de la Iglesia Católica en la parte alta del poblado de Pedernales y los secundarios en el Liceo técnico Pastor Roberto Méndez, el centro escolar tradicional de la provincia a nivel secundario.
Ruddy, padre de Marconis, técnico en informática, había emigrado a Segovia, España, hará en este mes veinte años, según nos cuenta, en busca de mejores horizontes, cuando Pedernales vivía uno de sus momentos más deprimidos económicamente.
Luego se llevó a su pequeñita Ivana y a Marconis para la madre patria. Este último trabajaba como pintor de viviendas y se dedicaba al boxeo, en tiempos de ocio, un sueño que había tenido desde su niñez. Tuvo importantes logros en este deporte, tantos que alcanzó ser campeón, en León y Castilla, en categoría juvenil.
El pasado 19 de enero Marconis vino a Pedernales, junto a sus amiguitos españoles Víctor y Vicky, a quienes invitó para disfrutar de las bellezas, atractivos y la alegría que siempre se vive durante las fiestas patronales de la provincia del sur que más proyección ha tenido internacionalmente, especialmente en España.
“Ya podemos sacar fuerzas para contarte cómo vivimos esos momentos de angustia y dolor. Ojalá puedas escribir sobre esto”, nos dice Ruddy, mientras le brotaban lágrimas por la partida de su hijo al mundo de los que no regresan.
El día previo a las patronales de Pedernales, como parte de las actividades deportivas se programó una competencia de boxeo con un pugilista de Baní. Marconis representó a su adorado Pedernales y obtuvo el trofeo.
“El público estalló de emoción cuando mi hijo ganó la pelea, llenando de alegría a todos sus compueblanos”, comentó Yova, la madre, sacudida por la tristeza que le provocó el momento más amargo de su vida, cinco días después de haber vivido un gran momento felicidad.
En la madrugada del sábado 25 de enero, Marconis fue a un centro de diversión, junto a su madre, sus amiguitos españoles y varios ex compañeros de estudios de Pedernales para celebrar y despedirse. Viajaría a la capital, al día siguiente, para el retorno a España, según cuenta entre lágrimas, Yova.
Trasladó, en una pasola, a sus dos invitados europeos, y cuando retornaba en busca de su madre le sorprendió un policía acostado (muro), frente a la escuela Bienvenido Morillo, según le contaron vecinos del lugar a la madre.
“Él quería como hacer todo a la vez, visitar a todo el mundo y compartir con la gente. Estaba lleno de alegría”, cuenta Yova.
Y narra que cuando lo llevaron al hospital Elio Fiallo, después de recibir las primeras atenciones, lo refirieron al regional Jaime Mota, de Barahona, según indica el protocolo de salud.
Ruddy, el padre de Marconi, intervine –nueva vez- en la conversación y cuenta que esperaron más de tres horas hasta que llegara una ambulancia, desde Enriquillo (a dos horas, de ida y vuelta de Pedernales), para trasladar el paciente al citado centro, el principal de referencia de la región, a unos 119 kilómetros entre Pedernales y Barahona. “Por una carretera afectada en varios tramos por los trabajos de construcción”, agrega.
Yova vuelve a intervenir: “Cuando llegamos a Barahona no querían recibir a mi hijo porque, según nos comunicaron, el tomógrafo estaba dañado”.
Y resalta: “Nos dijeron que no había un médico que pudiera tratar la situación alegando que el paciente tenía conectado equipos respiratorios”. Fue entonces cuando decidieron llevarlo a la clínica Magnolia, reconocido centro privado de Barahona donde tampoco lo recibieron, según cuenta la madre.
Dice que de tanto llorar, rogar y pedir atenciones médicas de su hijo en gravedad, un galeno se apiadó (sic.) y lo recibió. “Lo cual le agradecí grandemente”, dijo la madre llena de tristeza y dolor.
En el hospital se le comunicó que debían trasladar al paciente a la capital, pero que para entregarle el referimiento debían tener una autorización del centro que le recibiría en Santo Domingo, según Yova, quien dijo que luego de un gran tiempo, decidió comunicase con el senador de Pedernales, Augusto Velásquez.
Por la intervención urgente del legislador se logró conseguir una cama en el hospital traumatológico Ney Arias Lora de Santo Domingo.
Según Ruddy y Yova debieron pagar en Barahona 35 mil pesos para que otra ambulancia lo traslada desde esta ciudad a la provincia Santo Domingo. Las tías del paciente Miguelina y Antonia viajaron en la unidad de emergencia.
Durante la noche, en el trayecto de Barahona a Azua, calculan que cerca de Távara (unos 35 de minutos de Barahona), Marconis marcó el último suspiro, según su tía Miguelina.
Entonces la ambulancia entró, en medio del llanto de las parientes, al hospital Taiwan, en Azua, el principal de la región, donde se le confirmó oficialmente el deceso de Marconi.
Después de cumplir el protocolo que establece el caso de defunciones, emprendieron la ruta con el exitoso joven, ya cadáver, hacia el lugar donde nació Marconis, quien había viajado a España lleno de ilusiones, y donde hizo realidad sueños que quedaron truncos en la región a la que pertenece el pueblo que adoró por siempre.
Ruddy y Yova agradecieron a los ciudadanos y ciudadanas de Pedernales y de España por la permanente solidaridad en estos momentos de profunda tristeza y dolor interminable que viven.
La familia tiene programado un acto para el 25 de este mes, en recordación a Marconis el jovencito que dejó un valle de lágrimas por su traumática despedida a un viaje sin retorno.