Muhammad Alí, tras 40 años de pulverizar a George Foreman

Póngale el “cuño” porque es verdad: Hoy, 30 de octubre (2014), se cumplen 40 años del montaje de una de las peleas más violentas -y con un resultado “sorpresa”- registradas en la maravillosa historia del boxeo mundial.En la ocasión, Muhammad Alí, en la división de los pesos completos, devastó en el octavo round a George Foreman quien a la sazón era calificado como “invencible”. Un coliseo, con capacidad para acomodar a 100 mil personas e instalado en la ciudad de Kinshasa, Zaire (actual República Democrática del Congo), fue el escenario de la recordada batalla de puños enguantados.

Alí, despojado de su corona mundial en 1967, tras negarse a ser miembro del Ejército de Estados Unidos que combatió en Vietnam, purgó tres años y medio.
Fue condenado a cinco años que debía cumplir a nivel de prisión domiciliaria, pero fue dejado en libertad después de tres años y medio. La corona que había ganado a los 22 años de edad, por encima de todos los pronósticos, al noquear en el séptimo round a Sonny Liston en 1964, ya estaba “oxidada”.

El joven púgil estadounidense, por conciencia propia, consideró que no tenía que alistarse, al Ejército, para combatir en Vietnam. Esa rebelde actitud le costó no sólo el despojo de su cetro mundial pesado, sino casi cuatro años sin subir a un cuadrilátero.

Su regreso a los ensogados

A su regreso a los ensogados Alí protagonizó dos históricas peleas con su paisano Joe Frazzier.

De esas dos ganó una y perdió otra…vio frustrada su aspiración de reconquistar la faja que entonces ostentó Frazier.

Pero Frazier, en su refriega con George Foreman, fue triturado. Foreman, en pleno apogeo, lleno de juventud y anestesiante pegada, anestesió a Frazier…y se pavoneaba como “el campeón imbatible”.

Le llegó la oportunidad

El 30 de octubre de 1974, se organizó la gran pelea Alí-Foreman. Parecía un sueño para Alí y su maestro, Angelo Dundee. Dundee entrenó a su pupilo y pronosticó el “soñado” histórico triunfo. Don King, quien reciente había salido de la cárcel, se convirtió en el promotor de Alí e hizo las gestiones para el montaje del combate. El otrora “zar del boxeo” se las ingenió y hasta contactó al entonces dictador africano Mobuto Sese Seko para que diera el aval de la pelea.

Alí, con 32 años, desafió al “invencible” Foreman quien apenas contaba con 26 años, invicto (44-0), más de 250 libras y dado como amplio favorito. Las apuestas estaban 7-1 a favor de Foreman.

El histórico nocaut

Alí lo vaticinó: “Voy a noquear a este hombre”. Y cumplió su vaticinio: Lo destrozó en el octavo asalto. En la recordada pelea, vista por este periodista decenas de veces. Cuando restaban unos 45 segundos para concluir el octavo asalto, Alí, con una perfecta combinación de jab, gancho de izquierda y volado con su neta derecha, depositó a Foreman en la lona para la cuenta definitiva de diez segundos. !Y Alí se casó con la gloria!. Hoy Alí, tras 40 años de su resonante victoria, sigue seriamente enfermo del mal de Parkinson, ¡pero su fama!