
Publicado en Nacionales, hace 2 horas
Santo Domingo, RD.- El juez del Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional, Rigoberto Sena, recibió una reprimenda disciplinaria por parte del Comité de Comportamiento Ético del Poder Judicial por haber utilizado pasajes bíblicos al imponer las medidas de coerción contra Santiago Hazim y los demás acusados de irregularidades financieras en el Seguro Nacional de Salud.
El Comité está integrado por los jueces de la Suprema Corte de Justicia: Luis Henry Molina, presidente; Nancy Salcedo Fernández, Justiniano Montero Montero y María Garabito Ramírez.
En la resolución 01-2025, con fecha del 22 de diciembre, se señala que las referencias del juez Sena a pasajes bíblicos, a escritos del patricio Juan Pablo Duarte y a León Tolstói “no forman parte del ámbito deliberativo”.
La Resolución núm. 001-2025, de fecha 22 de diciembre de 2025, es emitida por dicho órgano luego de sostener este 19 de diciembre un conversatorio con el magistrado Rigoberto Sena Ferreras, juez del Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional, quien conoció la medida de coerción en el caso del Seguro Nacional de Salud (SENASA).
El encuentro se realizó en la Suprema Corte de Justicia y fue presidio por la jueza Nancy Salcedo Fernández, e integrado por los magistrados Justiniano Montero Montero y María Garabito Ramírez.
En conversatorio, se abordaron temas relacionados con la ética judicial, el apego a los principios y valores del Código de Comportamiento Ético del Poder Judicial, así como la prudencia y moderación en la actuación de los jueces.
Durante el mismo, el magistrado Sena Ferreras reiteró su compromiso con la ética, la transparencia y el debido proceso, destacando la importancia de la prudencia y la moderación en la labor jurisdiccional.
La resolución exhortar a todos los integrantes del Poder Judicial a que deben meditar en todas sus actuaciones públicas y privadas, así como al redactar las decisiones judiciales, asumiendo un comportamiento acorde con los valores y los principios concebidos en nuestro Código de Comportamiento Ético.
En ese sentido, ningún juez debe apartarse del imperativo de que, cuando actúa en funciones jurisdiccionales, lo hace en nombre de la República y por autoridad de la ley y de la Constitución, lo que le impone una responsabilidad de Estado. Por ello, jueces, juezas y servidores judiciales no pueden permanecer ajenos a las exigencias que prescribe la ética judicial aplicada.