Una segunda vuelta debería celebrarse el 6 de diciembre de ese mismo año, día en el que también se elegirán las nuevas autoridades municipales, según el calendario electoral.
Seguridad y financiamiento electoral
Sin embargo, en un comunicado reciente, el Consejo Electoral Provisional señaló dos requisitos previos para el cumplimiento del calendario: un clima de seguridad aceptable y la disponibilidad de recursos financieros.
También recordó que una parte del país está bajo el control de las bandas armadas, entre ellas la capital, Puerto Príncipe, y que en algunos casos “el Estado está totalmente ausente” en un país donde la mitad de la población —seis millones de personas, incluidos 3.3 millones de niños— necesita ayuda humanitaria y 1.3 millones han tenido que abandonar sus hogares, de acuerdo con datos de organismos internacionales.
Aunque oficialmente la campaña no ha comenzado, en todo Haití los partidos políticos se están activando y organizando mítines, movilizando a sus bases, relanzando sus estructuras regionales y ofreciendo formación a sus seguidores y simpatizantes.
Haití organizó sus últimos comicios entre 2015 y 2016, durante un período de transición que terminó con la elección de Jovenel Moïse, quien asumió el cargo el 7 de febrero de 2017 y fue asesinado el 7 de julio de 2021, cinco meses después de que el Consejo Superior Judicial pusiera fin a su mandato el 8 de febrero de ese mismo año.
La agenda electoral para el próximo año se publicó el pasado 16 de noviembre, por lo que vuelve a reinar la incertidumbre en este empobrecido país, ya que actores políticos y de la sociedad civil siguen sin ponerse de acuerdo sobre el futuro de la nación a partir del 7 de febrero próximo, cuando cesa el mandato del Consejo Presidencial de Transición.
Así, el primer mes de 2026 se presenta decisivo desde el punto de vista político para Haití, sumido en una crisis política, social, económica, humanitaria y medioambiental sin precedentes que empuja a miles de sus ciudadanos a huir en busca de un futuro mejor hacia países como Brasil, México, Nicaragua y Estados Unidos, entre otros.
Acabar con la inseguridad, el gran reto
En casi dos años al frente del país, el Consejo Presidencial de Transición no ha logrado frenar la violencia de las bandas criminales.
Si bien los ataques de los grupos armados han disminuido en Puerto Príncipe, la capital, continúan en nuevas regiones, perpetrando masacres, robos y violaciones colectivas, lo que ha obligado a miles de personas a huir de sus hogares y vivir en condiciones inhumanas en campos de desplazados.
Todo esto ocurre a pesar de la presencia, primero, de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMS), ya extinta, y ahora de la Fuerza de Represión de las Bandas (GSF, por sus siglas en inglés).
La GSF, aprobada el 30 de septiembre por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para un mandato inicial de 12 meses, contará con un máximo de 5,500 efectivos policiales o militares, asistidos por 50 civiles.
De acuerdo con datos de la ONU, más de 16,000 personas han muerto por la violencia de las bandas armadas en Haití desde inicios de 2022, y más de 4,000 de esos homicidios ocurrieron en el primer semestre de este año.

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