Publicado en Mundiales, hace 7 horas
Georgetown.- Guyana vota este lunes para escoger a su nuevo presidente, que tendrá el reto de gestionar la enorme riqueza petrolera de este pequeño país sudamericano dotado con las mayores reservas de petróleo per cápita del mundo, en medio de tensiones con su vecina Venezuela.
Los 750.000 electores están llamados a votar hasta las 18h00 (22h00 GMT). Los resultados de estos comicios legislativos y presidenciales se esperan como muy pronto el jueves, indicó la comisión electoral.
Estas elecciones son logísticamente complejas, debido a que más del 95% de este país de 850.000 habitantes está cubierto de selva tropical.
“No es tan temprano. Es importante votar. Queremos un cambio”, dijo Ruth Forde, de 50 años, una oficinista que estaba esperando frente a un colegio a primera hora de la mañana.
Los tres principales candidatos son el actual presidente Irfaan Ali (Partido Progresista del Pueblo PPP/C, centroizquierda): el opositor Aubrey Norton (APNU, Asociación para una Nueva Unidad, izquierda) y el populista Azruddin Mohamed, a veces apodado el “Trump guyanés”, un multimillonario que acaba de crear su partido WIN (We Invest in the Nation/Invertimos en la Nación) para romper el bipartidismo.
La votación suele repartirse tradicionalmente según las etnias, entre las personas de origen indio (PPP/C) y las de origen afroguyanés (APNU). El aspirante de WIN es ahora la sorpresa.
En la escuela Plaisance, a las afueras de Georgetown, el candidato opositor Aubrey Norton fue el primero en votar, con una treinta personas haciendo fila.
“Salvo que haya alguna irregularidad, creo que seré” el próximo presidente, declaró Norton a la AFP al salir del colegio electoral.
“Creo que tendremos una buena participación de nuestra base. Hemos trabajado duro para movilizar a la gente”, continuó el candidato, quien durante la campaña prometió “liberar a la sociedad del PPP y la pobreza”.
Con un bebé de año y medio en brazos, Grace Miller, de 21 años, también acudió temprano a votar. “Esta es la primera vez que voto. Voté por Norton. Porque es uno de los mejores políticos que he conocido. Espero lo mejor para Guyana”.
Los aspirantes presidenciales -seis en total- son postulados por un partido que también nomina candidatos parlamentarios. El aspirante cuyo partido recibe más votos es elegido presidente. Por lo tanto, en teoría, el presidente puede estar en minoría en el Parlamento.
El ganador se hará cargo de la riqueza petrolera que ha permitido a Guyana cuadruplicar en cinco años el presupuesto estatal (USD 6.700 millones en 2025), con el mayor crecimiento de América Latina (43,6% en 2024, según cifras oficiales).
Guyana comenzó la explotación petrolera en 2019 y espera aumentar su producción de 650.000 barriles diarios a más de un millón en 2030.
El presidente también deberá gestionar el espinoso asunto del Esequibo (oeste), una región de 160.000 km2 rica en petróleo y minerales, que representa dos tercios del territorio guyanés y es objeto de una disputa con Venezuela.
El ejército y la policía de Guyana denunciaron el domingo disparos provenientes de Venezuela contra una embarcación que transportaba material electoral en el Esequibo. No se registraron heridos, según las mismas fuentes.
El centenario diferendo se exacerbó en 2015 cuando la petrolera estadounidense ExxonMobil confirmó la existencia de grandes yacimientos de crudo en la zona en pugna.
Los tres candidatos favoritos prometen “poner más dinero en los bolsillos” de los guyaneses, desarrollar el país con los ingresos del petróleo, mejorar los servicios de salud y educación, y aumentar los salarios, en un contexto de alza de los precios de los alimentos.
El presidente saliente, Irfaan Ali, busca un segundo mandato de cinco años. Durante la campaña destacó sus logros financiados con los nuevos ingresos petroleros y asegura que “aún queda mucho por hacer”.
Halim Khan, un empresario indo-guyanés de 63 años, elogia a “un presidente brillante”: “La riqueza petrolera está bien gastada. Infraestructura, nuevos hospitales, nuevas carreteras”.
El candidato Azruddin Mohamed, quien hizo fortuna en la minería del oro y está sancionado por Estados Unidos por evasión fiscal, promete dar un golpe al sistema. Afirma que puede ganar. “Tenemos el apoyo de las comunidades negras, indias e indígenas”, asegura.
“Él sabe lo que necesitan los jóvenes. (…) Necesito un cambio para el futuro de mis hijos”, dice la trabajadora autónoma Andrea Cumberbutch.