Publicado en Económicas, hace 2 horas
Santo Domingo.- En su informe final sobre su reciente visita de doce días a República Dominicana, como parte de las consultas de evaluación sobre el Artículo IV, del Convenio Constitutivo, la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) plantea reanudar la implementación del Pacto Eléctrico.
En un documento final, publicado hoy, el FMI afirma que al reanudar el Pacto Eléctrico se limitarán los riesgos fiscales y se garantizará que el sector alcance crecimiento.
“Ajustes graduales a las tarifas técnicas y una mejor focalización de los subsidios, junto con las necesarias inversiones en transmisión y distribución, son cruciales para asegurar la sostenibilidad financiera del sector”, indica.
Sobre las reformas, dice que a mediano plazo, las reformas deben sustentarse en los esfuerzos continuos de las autoridades y que el diálogo constante entre las partes interesadas (sector público, privado, y la sociedad civil) es un buen augurio para estas iniciativa
Sugiere elaborar una estrategia de ingresos a mediano plazo, ya que mediante una consulta con los sectores privado y social, esto podría ayudar a generar consenso para llevar a cabo una reforma tributaria que permita cumplir los objetivos de inversión en infraestructura, educación y salud. También, una estrategia integral para recapitalizar el BCRD.
A continuación el reporte completo:
República Dominicana: Declaración final del personal técnico al término de la misión de consulta del Artículo IV correspondiente a 2025
En una declaración final se describen las conclusiones preliminares del personal técnico del FMI al término de una visita oficial (o “misión”), realizada en la mayoría de los casos a un país miembro. Las misiones se llevan a cabo ya sea como parte de consultas periódicas (por lo general anuales) dentro del marco del Artículo IV del Convenio Constitutivo del FMI, en el contexto de una solicitud de uso de los recursos del FMI (es decir, un préstamo del FMI), como parte de las conversaciones sobre programas supervisados por el personal, o como componente de otros estudios de la situación económica que lleva a cabo el personal.
Las autoridades han otorgado su consentimiento a la publicación de esta declaración. Las opiniones expresadas en esta declaración son las del personal técnico del FMI y no representan necesariamente las del Directorio Ejecutivo del FMI. Sobre la base de las conclusiones preliminares de esta misión, el personal técnico elaborará un informe que, una vez aprobado por la Gerencia, será presentado al Directorio Ejecutivo del FMI para discusión y decisión.Santo Domingo – 12 de septiembre de 2025:
El extraordinario desempeño económico de la República Dominicana en las últimas dos décadas ha sido impulsado por el fortalecimiento de las políticas y las instituciones, la estabilidad social y política, y reformas que han fortalecido el clima empresarial. Esto ha permitido la más rápida tasa de convergencia del ingreso de América Latina y el Caribe durante este período.
La mayor incertidumbre mundial y las condiciones más restrictivas de financiamiento externo e interno han pesado sobre la actividad este año, pero las políticas recientes de las autoridades y los sólidos fundamentos económicos respaldan una perspectiva positiva.
Fortalecer el mecanismo de transmisión monetaria respaldará la normalización de la política monetaria en curso por parte del Banco Central de la República (BCRD). Saludamos la reciente mayor flexibilidad del peso, cuyo tipo de cambio se mantiene en consonancia con los fundamentos de la economía y políticas prudentes.
La continuación de una política fiscal prudente debe ir acompañada de medidas para crear el espacio para aumentar la inversión y mantener la deuda en una trayectoria descendente. Las reformas y las inversiones para impulsar el sector eléctrico son fundamentales para aliviar presiones fiscales y apoyar el crecimiento.
Reformas estructurales complementarias para elevar el capital humano, la competitividad y la resiliencia ante los desastres naturales serán fundamentales para impulsar el crecimiento potencial en concordancia con los objetivos de la Meta2036.
Evolución económica reciente, perspectivas y riesgos
El fuerte repunte del crecimiento en 2024 estuvo impulsado por la demanda externa y las condiciones de amplia liquidez a comienzos de año. El PIB real creció 5 por ciento gracias a la solidez de las exportaciones y al fuerte crecimiento del crédito en el primer semestre del año. La credibilidad del régimen de metas de inflación ha ayudado a mantener la inflación dentro de la meta del BCRD desde fines de 2023 —con un promedio interanual de 3.6 por ciento en 2025— con expectativas inflacionarias bien ancladas. El déficit en cuenta corriente se redujo a 3.3 por ciento del PIB en 2024, financiado íntegramente por la inversión extranjera directa (IED), y la posición externa se mantuvo acorde con los fundamentos económicos. El déficit del gobierno central de 2024 se redujo al 3.1 por ciento del PIB, con ingresos extraordinarios que compensaron el aumento de los subsidios a la energía. El sector bancario sigue siendo resiliente, bien capitalizado, y sumamente rentable.
La alta incertidumbre y las condiciones de financiamiento más restrictivas afectaron a la economía en el primer semestre de 2025, pero las medidas de política y la solidez de los fundamentos económicos respaldan una perspectiva favorable.
Para 2025 se proyecta que el PIB real crezca alrededor del 3 por ciento. Las medidas de liquidez del BCRD a partir de junio y el estímulo fiscal proveniente del presupuesto reformulado deberán respaldar un repunte de la actividad en la segunda mitad del año y ayudar a cerrar la brecha del producto. Más allá de 2025, se prevé que el crecimiento retorne gradualmente a su nivel potencial, apoyado por un crecimiento de la inversión y la productividad como en años anteriores. Se espera que la inflación permanezca alrededor de la meta del 4 por ciento. Se prevé que el déficit en cuenta corriente se mantenga en torno a 2.5 por ciento del PIB, siendo financiado por IED. Se proyecta que el déficit del Gobierno Central en 2025 aumente en torno al 3.5 por ciento del PIB debido al aumento en gasto de capital contenido en el presupuesto reformulado. Posteriormente, la consolidación fiscal gradual seguirá siendo guiada por la regla fiscal.
El balance de riesgos está inclinado a la baja debido a un entorno externo sumamente incierto, pero la RD está bien posicionada para eludir el impacto. Los riesgos externos permanecen elevados debido a la persistencia de una fuerte incertidumbre y al posible endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, lo cual podría impactar más el clima de negocios y la actividad económica. La RD también sigue siendo vulnerable a los desastres naturales.
Además, demoras en las reformas, incluidas las enfocadas en reducir el déficit del sector eléctrico, podrían debilitar el sector fiscal y el externo. Desde un punto de vista positivo, la RD podría beneficiarse de una reorientación del comercio y de mayores flujos de IED como resultado de cambios en las políticas comerciales globales.
Las reformas que refuercen los ingresos públicos posibilitarían un mayor gasto de inversión y social y reducirían aún más las primas de riesgo soberano. Por último, reformas estructurales para mejorar la competitividad podría estimular el crecimiento a largo plazo.
Las políticas a corto plazo deben seguir centrándose en cerrar la brecha del producto, salvaguardar la estabilidad macro financiera y sortear la elevada incertidumbre. Seguir fortaleciendo la coordinación de las políticas monetaria y fiscal será fundamental para elevar su eficacia e impacto.
Política fiscal: Se espera que el gobierno eleve la inversión pública en el marco del presupuesto reformulado, manteniendo el gasto primario dentro de los límites de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). De cara al futuro, será fundamental reducir gradualmente los subsidios a la electricidad brindando apoyo a los más vulnerables para salvaguardar el gasto social y de capital. Un mayor detalle en el Marco de Gasto a Mediano Plazo sobre las medidas para focalizar mejor los subsidios fortalecería la estrategia de consolidación fiscal.
Política monetaria: El BCRD y el régimen de metas de inflación siguen siendo pilares de la estabilidad económica. La postura actual de la política monetaria es adecuada y las decisiones futuras de política deben seguir siendo guiadas por la evolución de la inflación y las perspectivas económicas. En este contexto, una estrategia de comunicación clara y detallada para reducir gradualmente las medidas excepcionales de liquidez existentes y la renovación de títulos valores del BCRD por vencer, garantizarán que se preserve la liquidez adecuada del sistema. Esto fortalecería el mecanismo de transmisión monetaria.
Políticas cambiarias. El BCRD ha permitido apropiadamente una mayor flexibilidad cambiaria en línea con el régimen de metas de inflación. De cara al futuro, el tipo de cambio deberá seguir actuando como amortiguador de shocks y en línea con los fundamentos económicos, con intervenciones enfocadas a suavizar choques de gran magnitud. Una mayor acumulación de reservas internacionales reforzará la estabilidad externa.
Políticas del sector financiero: La misión felicita a las autoridades monetarias y financieras por las recientes mejoras a la regulación para la protección al consumidor, la aprobación prevista del marco actualizado de riesgos operativos, y la implementación de la valoración a precios de mercado (mark-to-market) a partir de enero de 2026. De cara al futuro, la adopción de las normas de Basilea II y III para requerimientos de capital y margen de capital y liquidez deben mantenerse como prioridad. El fortalecimiento de las herramientas macro prudenciales y de resolución aseguraría más la estabilidad financiera. La adopción de una nueva Ley de Cooperativas de Ahorro y Crédito reforzará la supervisión y mejorará el marco AML/CFT.
Políticas del sector eléctrico: Reanudar la implementación del Pacto Eléctrico será esencial para limitar los riesgos fiscales y garantizar que el sector se convierta en un motor de crecimiento. Ajustes graduales a las tarifas técnicas y una mejor focalización de los subsidios, junto con las necesarias inversiones en transmisión y distribución, son cruciales para asegurar la sostenibilidad financiera del sector.
A mediano plazo, las reformas deben sustentarse en los esfuerzos continuos de las autoridades por fortalecer aún más los marcos de políticas y promover medidas estructurales para fomentar la inversión privada, el crecimiento inclusivo y la creación de empleo. El diálogo constante entre las partes interesadas (sector público, privado, y la sociedad civil) es un buen augurio para estas iniciativas.
Es necesario redoblar los esfuerzos para fortalecer la eficiencia tanto en materia de gastos como de ingresos para crear espacio fiscal para inversiones esenciales en infraestructura y capital humano. Además de reducir los subsidios generalizados, podría incrementarse la eficiencia del gasto reforzando la gestión y resiliencia de la inversión pública, el uso prudente de las APP para proyectos estratégicos de infraestructura, y aplicando con firmeza la ley de contrataciones recientemente adoptada. Los esfuerzos continuos para mejorar el cumplimiento tributario redundarían en aumentos de ingresos muy necesarios, mientras que una mejor administración de los incentivos fiscales podría garantizar que estos logren sus objetivos de empleo y competitividad. La elaboración de una estrategia de ingresos a mediano plazo, en consulta con los sectores privado y social, podría ayudar a generar consenso en torno a una reforma tributaria que permita cumplir los objetivos de inversión en infraestructura, educación y salud.
Hay espacio para fortalecer aún más el régimen de metas de inflación. Continuar con el desarrollo del mercado interbancario brindaría a los bancos mayor flexibilidad en la gestión de liquidez. Ampliar el uso de mecanismos de cobertura en divisas (NDF), lo que incluye garantizar un entorno regulatorio propicio, respaldaría la estabilidad externa y la acumulación de reservas. El BCRD ha continuado mejorando su comunicación y transparencia con la publicación de escenarios informativos en el informe de política monetaria. Saludamos los planes de las autoridades de aumentar la frecuencia de los informes de política monetaria y ampliar la publicación de estadísticas.
Lautoridades deben desarrollar una estrategia integral para recapitalizar el BCRD. El BCRD y el Ministerio de Hacienda y Economía deben continuar trabajando juntos en el diseño e implementación de un plan integral para recapitalizar el BCRD, teniendo en cuenta el impacto potencial sobre las posiciones monetaria y fiscal.
Reformas estructurales ambiciosas son fundamentales para generar un crecimiento resiliente y llegar a ser una economía de alto ingreso, tal como se prevé en el plan Meta2036. Dada la exposición de RD a los desastres naturales, un marco regulatorio de política climática reforzado, una mejor gestión del riesgo de desastres, y una integración más profunda de las consideraciones climáticas en las políticas fiscales pueden fortalecer la resiliencia económica. Profundizar los mercados de crédito y la inclusión financiera, asegurar la flexibilidad del mercado laboral, aumentando al mismo tiempo el capital humano, y mejorar la regulación empresarial debería generar un mayor crecimiento.
Se han alcanzado hitos clave para mejorar la calidad y oportunidad de los datos. Los encomiables esfuerzos que han llevado a la publicación de cuentas nacionales con el nuevo año base deben ir seguidos ahora de la oportuna adopción de las Normas Especiales para la Divulgación de Datos (NEDD) del FMI.
La misión mantuvo reuniones con el Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu; el Ministro de Hacienda, Magín Díaz, y otros funcionarios principales y representantes de la sociedad civil y el sector privado. El equipo desea expresar su sincero agradecimiento a las autoridades por su excepcional hospitalidad, su plena cooperación y un diálogo abierto, franco y productivo.
Las reformas estructurales ambiciosas son fundamentales para generar un crecimiento resiliente y llegar a ser una economía de alto ingreso, tal como se prevé en el plan Meta2036.