Publicado en Deportes, hace 5 horas
Santo Domingo. – No será la Serie Mundial que expertos y Las Vegas pronosticaron en marzo (la mayoría se inclinó por Dodgers vs Yankees), pero el enfrentamiento entre los Toronto Blue Jays y los Los Ángeles Dodgers promete ser una de las más cautivadoras de los últimos tiempos.
Ambos equipos llegan con trayectorias opuestas, historias entrelazadas y cuentas pendientes que añaden un trasfondo emocional a esta última batalla.
Uno de los ejes más atractivos gira en torno a Shohei Ohtani y Roki Sasaki, superestrella y promesa japonesas que, en su momento, Toronto fue agresivo en su intento infructuoso de fichar.
Durante el invierno de 2023-2024, los Blue Jays realizaron una ofensiva brutal por Ohtani, con reuniones secretas en Florida y la atención mediática mundial puesta sobre un avión privado que se creía lo llevaba rumbo a Canadá.
Sin embargo, apenas un día después, el fenómeno nipón firmó su histórico contrato de 700 millones de dólares con los Dodgers, cambiando el rumbo de ambas franquicias.
Algo similar ocurrió el invierno último con el prodigio Sasaki. Toronto incluso absorbió el contrato de Myles Straw para liberar espacio en su presupuesto internacional con la esperanza de convencerlo. Pero Sasaki también eligió Los Ángeles.
Hoy, Ohtani y Sasaki son pilares de los Dodgers: el primero, motor ofensivo y arma ocasional desde el montículo; el segundo, un relevista dominante que brilla en los playoffs.
Mientras tanto, Toronto renació tras una temporada 2024 decepcionante. Con el liderazgo de Vladimir Guerrero Jr., los Blue Jays regresaron a la élite.
Guerrero no mentía cuando decía que “nació listo”. El hombre de los 500 millones de dólares se ha apoderado de los playoffs, primero eliminando a los Yankees y luego aplastando a los Marineros.
Independientemente de lo que suceda a partir de ahora, esta racha de octubre ha consolidado a Guerrero como un ícono del béisbol canadiense. Conseguir un anillo lo colocaría de lleno en el círculo íntimo de las superestrellas del béisbol moderno.
El retorno del torpedero Bo Bichette, que se recupera de una lesión en la rodilla que lo ha sacado de los playoffs, podría añadir poder ofensivo, aunque genera dudas defensivas. El mánager John Schneider sopesa si usarlo como campocorto, bateador designado o pieza situacional.
Por otro lado, George Springer se reencontrará con los fanáticos angelinos que no olvidan el escándalo de robo de señas de los Astros en 2017, donde fue MVP de la Serie Mundial. Su recepción en Dodger Stadium promete ser hostil.
El cuerpo de lanzadores de Los Ángeles es fácilmente el más dominante del béisbol cuando está a toda máquina. Su tasa de ponches de 9.4 por cada 9 bateadores fue la mejor de la MLB.
Pero ahora se enfrentan a una valiente alineación de los Blue Jays que tuvo el porcentaje de ponches más bajo de las Grandes Ligas (17.8%), liderada por Guerrero, quien solo ha sido ponchado tres veces en esta postemporada.
La alineación de Toronto puede carecer de un gran talento en comparación con la de Los Ángeles, pero lo compensa con equilibrio, profundidad y agallas. Los Blue Jays ya desgastaron a los talentosos cuerpos de lanzadores de los Yankees y los Marineros en esta postemporada.
Dos enfoques contrastantes que tendrán hasta siete juegos para mover las fichas de ajedrez y adaptarse para intentar contrarrestar las fortalezas de sus oponentes.
Así, más allá del trofeo, esta Serie Mundial es una historia de redención, ambición y legado. Un choque entre poder y resistencia, entre quienes lo tuvieron todo y quienes buscan escribir su propia versión del destino.