
Publicado en Todo Incluido, hace 35 minutos
Sin duda alguna, desentona y le ofrece un flaco servicio a la democracia y a la institucionalidad del país la descabellada propuesta de un diputado oficialista, de modificar de nuevo la Constitución para habilitar electoralmente al expresidente Danilo Medina. Pero ni del PLD que fuera el ocurrente legislador, que como creativo, conceptualizador y proponente de iniciativas que contribuyan a la paz social, a la estabilidad política y al fortalecimiento institucional parece que lo de Bueno solo es de apellido.
Por tratarse de un diputado del PRM en el gobierno, la sola idea no solo generó sorpresa, sino que, con sobrada razón, en muchos levantó de inmediato la natural sospecha de que pudiera tratarse de una sugerencia proveniente de un nivel superior del oficialismo, quizá a modo de “ensayo”, con el objetivo primario de que detrás del levantamiento del impedimento a Medina de ser candidato en el 2028 ocurriera lo mismo en favor del presidente Abinader.
Al parecer, el miembro de la cámara baja se pasó de listo y desafina con la tecla que toca, a juzgar por la rápida respuesta del presidente del PRM, Jose Ignacio Paliza, en el sentido de que el tema de la reelección presidencial es un tema cerrado en esa organización política. A la aclaración, debió agregarse una desautorización formal, sino del PRM como tal, de su titular, a fin de no dejar espacio para que la acostumbrada adulonería y el mesianismo propios de mucha gente en los partidos en el poder y con los presidentes en ejercicio, en todos los tiempos, se propague como la verdolaga, a medida que el periodo gubernamental avanza y en el sector oficial no tiene a la vista un candidato definido ni con el potencial que garantice el éxito en las urnas.
Otras dos lecturas dadas a la perturbadora propuesta: Distraer a población, ante el aumento de las quejas y las demandas sociales por diversos temas puntuales y, dado el crecimiento que se observa del doctor Leonel Fernández, habilitar a Danilo con el objetivo único de dividir el voto de la oposición mayoritaria que representan la FP y el PLD.
Por cierto, división Danilo-Leonel que, sumado al fuerte rechazo del gobierno del primero en diversos sectores del pais, le abrió las puertas al poder al PRM y a Luis Abinader. Contrario a que la idea mala de Bueno fortalece la democracia, el primer afectado sería el PLD, al retroceder e impedirle renovar su liderazgo. Y ni decir de volver a “manosear” la Carta Magma y abrir unos candados que Abinader enfatizó en reforzar.