El Grito Necesario del 25 de Noviembre

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, cada 25 de noviembre, no es solo una fecha de conmemoración; es un urgente y doloroso llamado a la acción. Es el momento de recordar que la violencia de género, en todas sus formas –física, psicológica, económica y sexual–, sigue siendo una pandemia global que desgarra vidas, familias y el tejido social.

Detrás de cada estadística hay una historia de coraje silenciado o, trágicamente, de una vida truncada. El lazo naranja que vestimos simboliza el futuro brillante que deseamos, uno libre de miedo y opresión.

La responsabilidad no recae únicamente en las víctimas o las instituciones. Es una tarea que nos incumbe a todos: desde la educación en casa y en las aulas, hasta el compromiso de denunciar y no ser cómplices del silencio.

Erradicar esta plaga exige un cambio cultural profundo. Un cambio donde la igualdad sea el cimiento, donde el respeto sea innegociable, y donde cada mujer y niña pueda vivir una vida plena, sin la sombra constante de la violencia.

No más excusas. No más silencio. El 25 de noviembre es un recordatorio de que nuestra lucha por la dignidad y la vida debe ser los 365 días del año.