Iglesia ve ingratitud en políticos frente a Duarte

Santiago.- La Arquidiócesis local de la Iglesia católica afirma que la sociedad dominicana, principalmente la clase política, muestra una actitud de ingratitud hacia el forjador de la Patria, Juan Pablo Duarte y al mismo tiempo exhorta para que los ciudadanos imiten sus ejemplos de entrega desinteresada por el bienestar colectivo o común.

En su comentario editorial titulado “No lo olvidemos”, el semanario católico nacional Camino, recuerda que el próximo domingo 26 de los corrientes, al conmemorarse el 212 aniversario del natalicio de Duarte, la ocasión es propicia para revisar cómo nos estamos comportando los dominicanos respecto a los conceptos patrióticos del fundador de la nación.

“Este domingo 26 de enero los dominicanos celebramos el 212 aniversario del natalicio de patricio Juan Pablo Duarte y la fecha es propicia para hacer una parada en el camino y cuán cerca estamos de su obra marcada por la entrega desinteresada en bien de la Patria!, subraya en una parte el vocero escrito de la Iglesia católica dominicana.

Agrega que al observar la actuación de una parte de la clase política nos damos cuenta del alto grado de ingratitud que muestran hacia el forjador de nuestra nacionalidad, ya que con sus labios alaban su proceder y hasta flores llevan a su tumba, proclamando loas a su nombre, pero sus ejecutorias son una negación tajante al pensamiento duartiano.

“Los que viven de la política tampoco creen en lo que nos dice la Doctrina Social de la Iglesia cuando expresa que la comunidad política tiende al bien común cuando actúa a favor de la creación de un ambiente humano en el que se ofrezca a los ciudadanos la posibilidad del ejercicio real de los derechos humanos y del cumplimiento pleno de los respectivos deberes”, sostiene Camino.

Indica que al pensar en Duarte también debemos tener presente a nuestros jóvenes a quienes él llamó “Dulce esperanza de la Patria mía”, y que hoy muchos de ellos, transitan por la vida sin rumbo, viendo pasar sus días sin una ilusión y atrapados en una red de vicios que los vuelven ancianos, cuando apenas llegan a los 20 años de edad.

Precisa que esos jóvenes ya no encuentran sentido a su existencia, y es por eso que la destruyen a cada instante.

“Recordemos que el mejor regalo a Duarte en su día y siempre, es hacer realidad sus nobles ideales. No lo olvidemos”, concluye el semanario Camino.