La condena a Salvador Jorge Blanco

En la década de los ochenta, la República Dominicana vivió uno de los períodos políticos más turbulentos y polémicos de su historia reciente bajo la presidencia de Salvador Jorge Blanco (1982-1986) y el único presidente dominicano condenado por corrupción. Su mandato, que inicialmente despertó esperanzas de cambio y modernización, terminó marcado por acusaciones graves de corrupción y mal manejo gubernamental que dejaron una profunda huella en la percepción ciudadana sobre la clase política.

Salvador Jorge Blanco asumió el poder en un contexto económico complicado, con una deuda externa creciente y una inflación que golpeaba duramente a la población. Su gobierno intentó implementar medidas para estabilizar la economía, pero también se vio envuelto en numerosos escándalos relacionados con la corrupción dentro del aparato estatal.

Una de las acusaciones más fuertes fue la malversación de fondos públicos, donde se señalaba que altos funcionarios del gobierno desviaban recursos que debían destinarse a programas sociales y obras públicas. Estos actos no solo afectaron la eficiencia del gobierno sino que también profundizaron la desconfianza entre los dominicanos hacia sus líderes.

8 de agosto de 1991, condenan a Salvador Jorge Blanco

A pesar de estar ausente en la sala de audiencias el 16 de noviembre de 1988, un juicio de diez días lo condenó a 20 años de prisión y a una multa de 100 millones de pesos. Jorge Blanco recibía tratamiento médico en Atlanta, Estados Unidos.

Antes de terminar el año, el ex jefe de Estado volvió al país para apelar la sentencia, batalla legal que se extendió hasta finales de 1989 y que culminó con la anulación de la sentencia.

Sin embargo, el 8 de agosto de 1991 fue declarado culpable nuevamente y condenado a cumplir 20 años de prisión y a pagar una multa de 73 millones de pesos, por el juez Juan María Severino.

En 2001 y después de 10 años de apelación, el ex mandatario consigue la anulación de la sentencia dictada por la Corte de Apelación de Santo Domingo.

Aún con más de 10 apresado, Jorge Blanco siempre negó las acusaciones y afirmó que sus “pesadillas fueron resultado de la persecución política de Joaquín Balaguer”