
Publicado en Deportes, hace 31 minutos
Santo Domingo. – Dos décadas después de implementar su programa antidopaje, Grandes Ligas dispone de los números para alardear que tiene bajo control el uso de sustancias no autorizadas para mejorar el rendimiento, con un ataque por aire, mar y tierra que ha arrinconado al jugador que se arriesga a infligir las reglas.
Lo ha logrado a un costo alto (invierte entre cinco y 10 millones de dólares al año estiman expertos) y ha castigado el bolsillo de los infractores con más de 200 millones de dólares.
En las últimas cinco temporadas solo han sido sancionados 13 jugadores. En 2005 cuando se estrenó fueron 12 y el cielo se topó en 2013 con 15.
Con solo dos casos en 2025 el porcentaje ha caído hasta el 0.16 % de los jugadores sancionados cuando en 2013 llegó al 1.25 % (de la base de 1,200 jugadores en rosters). El bajón tiene mayor relevancia cuando se pone sobre la mesa que llega en un año cuando se otorgó el número menor de exenciones (57) por déficit de atención, hipertensión, desorden del sueño y funciones hormonales.
El escudo comenzó a crearse hace una década luego de un acuerdo de 2014 con el sindicato de jugadores (MLBPA) que abrió las puertas para el incremento en el número de pruebas, incluyendo las de sangre, que permiten detectar sustancias que con las de orinas no son posibles.

Para 2013 solo se realizaron 5,391 pruebas a los jugadores en roster de 40 hombres. Desde 2016, salvo durante 2020 y 2021 a causa de la pandemia, el número de test superó las 10 mil y el año más reciente se logró el récord de 11,700.
Dicho esto, cada pelotero estuvo expuesto a 10 pruebas al año las últimas cuatro campañas, mayormente de orina. Pero las 2,300 de sangre de 2025 aseguró que los 1,200 peloteros en nómina fueran evaluados con mayor precisión entre una y dos veces.
Es una cifra que supera las que está expuesto un atleta olímpico del perfil de riesgo como los medallistas continentales y mundiales.
Pero las 10 tomas van en consonancia con las que se les aplican en deportes como a los ciclistas que compiten en eventos del World Tour como el Tour de Francia o el Giro de Italia o los pesistas.
Solo durante la clásica vuelta gala se aplicaron 600 pruebas en 2025 y 350 fuera de competencias a los pedalistas, de acuerdo a un reporte de la agencia AFP.
En el sector antidopaje, el costo de analizar una sola muestra puede variar entre 300 y más de 1.000 dólares, dependiendo de la complejidad de la prueba (si incluye el Pasaporte Biológico, hGH, etc.). Todas las muestras se envían al Laboratorio de Ciencias Analíticas de la UCLA.
Marcos Díaz, experto internacional en el tema de dopaje que ha ocupado posiciones en la materia en la UNESCO, entiende que lejos de ser un exceso de pruebas las que aplica la MLB es una muestra de responsabilidad para proteger su marca, la credibilidad del béisbol y la salud de los atletas.
Díaz puntualiza que, si bien la MLB es una empresa privada y no es signataria del Código Mundial Antidopaje que fiscalice la WADA, ha mostrado el suficiente interés como para despejar dudas sobre la calidad de su producto.
Díaz fustiga que la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom), socia de la MLB, no tenga “ni el asomo” para asumir el compromiso de establecer un programa.
“Es una vergüenza y es una pena para los dueños de equipo y para los directivos de la liga profesional. Y también tengo que mencionar que qué pena que el Estado como entidad protectora de su ciudadano no exija un programa antidopaje para la liga”, dijo Díaz.