Publicado en Todo Incluido, hace 11 meses
Por Jonás Guevara
Barahona se ha convertido en un pueblo donde sus autoridades son mudas, ciegas y, peor aún, indiferentes.
Barahona ha pasado de ser un pueblo lleno de cultura y personajes de renombre internacional a convertirse en un lugar lleno de basura, hoyos en las calles, niños abandonados y en el nuevo manicomio público.
Es normal para los barahoneros ver que cada 10 o 15 días aparece un nuevo enajenado mental, un nuevo demente: un nuevo loco.
Como podemos apreciar en la foto que llega a nuestra redacción, el personaje a la derecha es una persona que presenta visibles problemas mentales y que, según nuestras investigaciones, no lleva ni siquiera dos meses habitando en la provincia. ¿Cómo llegó al pueblo? Pues “nadie sabe”. Solo saben que llegan, se quedan un tiempo, luego se van y regresan, y así siguen en un ciclo de locura eterna.
Al observar la imagen, podemos notar que esta persona se encuentra justamente a la entrada de la ciudad, en el icónico Arco del Triunfo, y curiosamente hace el gesto que tiene Casandra Damirón en sus estatuas tanto en Barahona como en el Distrito Nacional. Esta es la bienvenida que recibió un visitante al entrar a la ciudad tal cual se muestra en las imágenes que nos han llegado.
Este escrito no debe interpretarse como una falta de respeto a nuestra inmortal Casandra Damirón. Aunque su legado cultural va quedando poco a poco en el olvido, sigue siendo nuestra soberana y merece respeto. Más bien, que este texto sirva como un llamado a las autoridades para que sepan que están abandonando al pueblo, su cultura y su desarrollo.