No obstante, precisó que las instituciones públicas, “especialmente los ministerios”, deberán esperar a la “pronta creación del Gobierno de transición”.
Asimismo, anunció que el toque de queda nocturno entre las 19:00 y las 06:00 hora local (misma GMT), decretado por los militares tras asumir el poder, quedará anulado a partir del viernes, en una medida destinada a restablecer la circulación normal y reducir la tensión en la capital, Bisáu, donde se han desplegado refuerzos militares en puntos estratégicos.
El comunicado añadió que el presidente saliente, Umaro Sissoco Embaló, el jefe del Estado Mayor, general Biaguê Na N’Tam, y el teniente general Mamadu Turé —detenidos desde el miércoles— se encuentran en buen estado, aunque continúan bajo custodia del grupo militar.
Previamente, la junta militar había nombrado al general Horta N’ta, hasta ahora jefe del Estado Mayor bajo Embaló, como nuevo líder de transición, en una ceremonia en el cuartel general del Ejército en Bisáu, donde aseguró que los militares intervinieron para “salvaguardar la democracia y la estabilidad política”.
El golpe de Estado se produjo el miércoles, en vísperas de la publicación de los resultados de las elecciones generales del domingo, cuando un grupo de militares tomó el control del país, anunció la paralización “inmediata” del proceso electoral y ordenó el cierre de las fronteras “hasta nueva orden”.
Los golpistas comunicaron también la destitución “inmediata” de Embaló, quien afirmó haber sido detenido y derrocado, y decretaron el cierre de las instituciones del Estado.
Guinea-Bisáu es uno de los países más inestables de África, ya que desde su independencia de Portugal en 1974 ha sufrido cuatro golpes de Estado exitosos (1980, 1998/99, 2003 y 2012).






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