
Publicado en Nacionales, hace 1 hora
Santiago.– A través de un comunicado que circula en las redes sociales, la Arquidiócesis de Santiago informó este lunes que Monseñor Rafael Leónidas Felipe y Núñez, obispo emérito de Barahona, se encuentra en estado crítico luego de sufrir un severo Accidente Cerebrovascular (ACV) durante la medianoche del domingo.
El anuncio fue comunicado a través de una misiva dirigida al clero local por el arzobispo metropolitano, Monseñor Héctor Rafael Rodríguez. El mismo detalló que, aunque inicialmente Monseñor Felipe mostraba signos de mejoría tras un infarto cerebral previo, su condición se agravó repentinamente.
Actualmente, permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Corominas, donde recibe atenciones especializadas.
En el comunicado, Monseñor Rodríguez informó que visitó al prelado junto al obispo auxiliar, Monseñor Andrés Amaury Rosario. Señaló que el equipo médico ha reiterado la gravedad del cuadro clínico.
“Su condición es crítica, continúa recibiendo las atenciones necesarias en la Unidad de Cuidados Intensivos, lLes pido mantenerlo en sus oraciones, implorando al Señor por su pronta recuperación y fortaleza”, expresó el arzobispo.
Monseñor Rafael Leónidas Felipe y Núñez, nacido el 12 de septiembre de 1938 en Villa Tapia, es una de las figuras más respetadas del episcopado dominicano, ordenado sacerdote en 1965, posee formación en Filosofía y Teología, con estudios en el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino y la Pontificia Universidad Javeriana.
En su trayectoria pastoral destacan Obispo de Barahona (1999–2015), administrador Apostólico de San Pedro de Macorís (2016–2017), labor como pastor, formador y acompañante espiritual durante más de cinco décadas.
Tras su retiro episcopal, reside en Santiago de los Caballeros, donde colabora regularmente en celebraciones eucarísticas y actividades pastorales de la arquidiócesis.
Reconocido por su cercanía pastoral, su magisterio sereno y su entrega a las comunidades más vulnerables, a Monseñor Felipe lo consideran una figura de referencia en la Iglesia dominicana. Su estado actual ha generado preocupación y numerosas expresiones de solidaridad entre sacerdotes, religiosos y fieles laicos.
La Arquidiócesis de Santiago llamó a la comunidad católica y al país a unirse en oración por la salud del obispo emérito. Mientras, los médicos continúan evaluando su evolución en las próximas horas.