
Publicado en Mundiales, hace 1 hora
Estados Unidos.– El Comando Sur de Estados Unidos confirmó este viernes que cuatro narcotraficantes murieron tras un ataque militar contra una embarcación acusada de tráfico de drogas en el mar Caribe.
Esta acción forma parte de la denominada Operación “Lanza del Sur”, iniciada en septiembre, y representa el vigésimo ataque a embarcaciones sospechosas desde el comienzo de la campaña, elevando a 80 la cifra de personas fallecidas en estas operaciones.
Según el comunicado publicado en redes sociales, la embarcación atacada estaba acelerando cuando se incendió tras la intervención militar. La inteligencia estadounidense había identificado que el barco transportaba narcóticos por una ruta conocida del crimen organizado.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, formalizó recientemente el nombre de la ofensiva como “Operación Lanza del Sur” y subrayó que el aumento de recursos militares tiene como objetivo frenar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y garantizar la seguridad de la región.
Una vez llegue el USS Gerald R. Ford, la misión involucrará aproximadamente una docena de barcos y cerca de 12.000 marineros e infantes de marina.
Analistas internacionales señalan que esta presencia también podría tener un efecto disuasorio sobre el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, al que Washington acusa de facilitar el narcotráfico hacia su territorio.
Dentro de Estados Unidos, la ofensiva ha generado debate en el Congreso. Legisladores de ambos partidos exigen mayor transparencia sobre los blancos atacados y la base legal de los operativos. Pese a estas preocupaciones, senadores republicanos rechazaron recientemente una propuesta que habría limitado la autoridad del presidente para ordenar ataques sin autorización legislativa.
Con la Operación “Lanza del Sur”, Estados Unidos refuerza su estrategia de combate al narcotráfico en el Caribe y Sudamérica, combinando presencia naval, inteligencia militar y ataques selectivos a embarcaciones sospechosas.
La ofensiva demuestra la determinación estadounidense de controlar las rutas de drogas y enviar un mensaje claro tanto a organizaciones criminales como a gobiernos implicados en el tráfico ilícito.