
Publicado en Regionales, hace 3 horas
Barahona.- Con un profundo sentimiento de duelo, pero también con la serenidad y alegría que ofrece la fe cristiana, la comunidad católica de Barahona despidió este viernes al obispo emérito monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez, “Padre Fello”, durante una solemne misa exequial celebrada en la Catedral Nuestra Señora del Rosario.
La ceremonia religiosa, presidida por el obispo de la diócesis, monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, inició puntualmente a las 10:00 de la mañana y se extendió por una hora y cincuenta y un minutos.
Junto al prelado concelebraron el Nuncio Apostólico, monseñor Piergiorgio Bertoldi, y varios obispos del país, en un acto que congregó a autoridades civiles, sacerdotes, religiosos y cientos de fieles.
Una despedida solemne
Al concluir la misa, el cuerpo del obispo emérito fue conducido a la cripta ubicada en el lado derecho del templo, donde recibió sepultura, muy cerca de los restos del primer obispo de la diócesis, monseñor Fabio Mamerto Rivas Santos.
Entre las autoridades que acudieron al acto y rindieron guardia de honor estuvieron, Edgar Augusto Féliz Méndez, la gobernadora Oneida Féliz Medina, el alcalde Mictor Fernández, los senadores Moisés Ayala y Dagoberto Rodríguez, el diputado Aquiles Ledesma, el exsenador José del Castillo Saviñón y el juez Miguel Ángel Figuereo, entre otros representantes de la vida pública regional.
“Un pastor justo y un hombre de Dios”
Durante la homilía, monseñor Romero Cárdenas resaltó la vida pastoral del obispo emérito, a quien definió como un pastor marcado por la humildad, la cercanía y la entrega silenciosa.
“Vivió como los santos: sin ostentación, sin buscar honores, siempre desde la humildad y el amor al último”, expresó el obispo entre visibles muestras de emoción.
También destacó que la espiritualidad de monseñor Felipe Núñez estuvo profundamente animada por la oración de abandono de Carlos de Foucauld, una devoción que asumió como estilo de vida y que, según dijo, definió su modo de servir.
“Se entregó a Dios con una fe silenciosa pero firme. Su serenidad en la prueba y su sencillez en los honores fueron testimonio de su elección radical por Cristo”, expresó.
El obispo Romero subrayó la dedicación del fallecido prelado hacia las comunidades más pobres y vulnerables del suroeste, así como su compromiso con la dignidad humana y el desarrollo integral de la región.
Un legado que trasciende
Monseñor Felipe Núñez dirigió la diócesis de Barahona por varios años, tiempo en el que impulsó obras pastorales, educativas y sociales. Su liderazgo discreto, su vida de oración y su permanente espíritu de servicio fueron descritos como pilares de una obra que dejó huellas imborrables.
Entre los asistentes, el ambiente era de recogimiento profundo. Muchos rostros dejaban ver que, aunque su partida deja un vacío significativo en la Iglesia local, también queda la certeza de un legado luminoso de fe y testimonio cristiano.
Decreto episcopal
Durante la ceremonia, el padre Ángel Cuevas, vicario de la Catedral, leyó un Decreto del Obispo Diocesano, mediante el cual se dispuso la celebración de nueve días de misas por el eterno descanso del obispo emérito en todas las parroquias de la diócesis.
Las misas del novenario se celebrarán desde este sábado 13 hasta el lunes 22 de diciembre. El Santuario Nuestra Señora del Rosario será la sede principal, y cada parroquia tendrá un día asignado según un calendario preparado por la Vicaría General de Pastoral.
El documento episcopal destacó que el presbiterio es una “verdadera familia espiritual”, unida por la gracia del orden sacerdotal, por lo que todos los sacerdotes han sido instruidos a participar activamente en las celebraciones.
El obispo Romero exhortó al Pueblo de Dios a unirse en oración no solo por el alma de monseñor Felipe Núñez, sino también por el surgimiento de nuevas vocaciones sacerdotales.