Publicado en Todo Incluido, hace 2 meses
La reforma fiscal que ha sido anunciada por el Gobierno dominicano constituye un golpe demoledor contra el bienestar de la población dominicana y en particular de la clase media.
No cabe dudas que esta propuesta de ¨modernización fiscal¨ traerá resultados devastadores para los trabajadores, los consumidores y el pueblo en sentido general, afectando seriamente la canasta familiar de los dominicanos.
Asimismo, el incremento de precios de productos y servicios que no forman parte de la canasta básica, retomarán, nueva vez, el camino hacia el alza.
La clase media también se verá afectada por el lado de las compras a través de internet de menos de 200 dólares, denominadas de bajo costo, siendo esta modalidad una de las formas que ha tenido que valerse la gente para sortear la inflación, ante la pérdida del poder adquisitivo del peso dominicano.
Por igual, el aumento del impuesto a los marbetes (placas) de vehículos, duplicando el monto a pagar, al pasar de $1,500.00 a $3,000.00 pesos los vehículos de más de 5 años, y de $3,000.00 a $6,000.00 los vehículos de menos de cinco años, lo cual equivale a un aumento de un 100 %.
Otro aspecto que impactará seriamente a la clase media es la disminución del monto exento en el Impuesto sobre la Propiedad Inmobiliaria (IPI). Reducir de 9.8 millones de pesos a 5.0 millones el umbral mínimo exento del impuesto a la propiedad inmobiliaria (IPI), constituye un duro golpe a muchos propietarios de inmuebles.
Ese aumento de la cobertura del IPI podría dar lugar a que los propietarios de inmuebles, cuando los tengan en alquiler, se los carguen al precio de dicho alquiler, provocando una situación difícil a centenares de miles de inquilinos en todo el país.
Bebidas sin alcohol
Respecto al gravamen impuesto a las bebidas sin alcohol, ese impuesto significará un duro golpe para miles de familias dominicanas que verán un incremento significativo en las bebidas que consumen en el día a día y que ahora no solo pagarán ITBIS, sino que también tendrán la carga de un selectivo que podría significar un incremento de entre el 25% al 50% en algunos empaques, afectando de manera muy importante a las familias dominicanas.
Las bebidas no alcohólicas son parte fundamental de la canasta básica: refrescos, jugos, aguas y maltas representan una opción un tanto accesible para los hogares de menores ingresos.
Cuando el país está azotado por los apagones, la carestía de la comida, las medicinas, los materiales de construcción, la violencia en las calles, y el colapso del tránsito urbano que cada dia se torna más insoportable, el gobierno se destapa con más cargas impositivas para los que menos pueden.
Las decisiones propuestas son altamente inflacionarias porque están llamadas a aplicar la tasa máxima del ITBIS (18%) a un conjunto de bienes y servicios de amplio consumo de la canasta básica que consume la población más vulnerable y la clase media.
El impacto inflacionario de la aplicación de la reforma erosionaría el poder de compra de los dominicanos y dominicanas en un contexto en el que los salarios del sector público y del sector privado permanecen bajos.
La propuesta del Gobierno es injusta e irresponsable porque pretende poner a pagar los platos rotos de su mala gestión fundamentalmente a la clase media y a los sectores más vulnerables.
Ojalá el Congreso, al momento de conocer la propuesta de ley sometida por el Poder Ejecutivo, pueda hacer un ejercicio de reflexión y adopte medidas más racionales y justas que hagan menos pesadas las cargas que recaerán sobre las espaldas de la clase media dominicana.