
Publicado en Nacionales, hace 3 horas
Santo Domingo. – El miércoles 29 de octubre se convirtió en una jornada de tragedia para tres familias dominicanas, cuando tres menores fueron alcanzados por balas disparadas durante conflictos entre adultos. Una bala mató, otra hirió, y una tercera dejó secuelas devastadoras.
En Puerto Plata, el adolescente Enmanuel David Valdez Peña, de 13 años, murió tras recibir un disparo en la espalda durante una discusión entre dos hombres en la calle 8 del sector Playa Oeste.
A su lado, un niño de 8 años, identificado con las iniciales G.M.C., también fue impactado por una bala en el costado izquierdo. El menor fue trasladado de emergencia y permanece bajo atención médica.
Mientras los familiares de esos dos menores lloraban, en el sector Capotillo del Distrito Nacional, una niña de 10 años fue herida por una bala cuando salía de su casa rumbo a un ensayo.
El proyectil fue disparado por un joven de unos 20 años en medio de una disputa entre otros dos adultos, según versiones preliminares.
La bala se alojó en el tórax de la menor y según sus familiares, no puede mover las piernas, diagnóstico que no ha sido confirmado por las autoridades. La niña fue trasladada al Marcelino Vélez para una intervención quirúrgica.
Las tres balas no solo perforaron cuerpos: rompieron rutinas, sueños y futuros. Cada una dejó una familia marcada por el dolor, la impotencia y la indignación.
La Policía Nacional y el Ministerio Público investigan ambos hechos, que aunque ocurrieron en lugares distintos, comparten una misma tragedia: la violencia que arrebata la infancia.