Publicado en Gubernamentales, hace 3 semanas
Santo Domingo.- El vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, manifestó que las buenas propuestas que planteaba el proyecto de reforma fiscal “no fueron valoradas por la población”.
Entre estas propuestas señaló la eliminación del pago de anticipos para las microempresas, así como el aumento salarial de un 50% del salario mínimo del sector público.
Figueroa indicó que este proyecto se realizaba como un acto de responsabilidad de parte del Ejecutivo, sin embargo, al ver el estado de crispación y debates generalizados que provocó la reforma, el gobierno decidió retirarlo de manera “pura y simple”.
“La reforma, todos reconocemos y ustedes lo decían a diario, era necesaria, tan necesaria que es parte de una ley nacional, la Estrategia Nacional de Desarrollo, es un mandato que cumple ya 12 años ya en incumplimiento y el presidente en un acto de responsabilidad decidió emprender el cumplimiento de esta norma y chocó con la incomprensión de la sociedad”, dijo.
Insistió en que los dominicanos no percibieron los beneficios y que con la reforma se buscaba incrementar la matriculación policial de 39,000 a 59,000 agentes y mejorar la salud extendiendo los centros de atención primaria a todo el país.
“No vimos los beneficios los dominicanos, no vimos lo que se nos iba a dar”, sostuvo.
“Si la decisión no cuenta con el consenso de la población, la línea de acción del presidente sin dudar es la rectificación porque entiende que ese es un valor fundamental”, sostuvo Figueroa.
Hizo referencia a que el oficialismo cuenta con mayoría cualificada en ambas cámaras para someter algún proyecto, no obstante, aunque esta contara con la legitimidad no sería consensuada ni democrática.
El vocero del Gobierno felicitó a la población, en quienes reconoció sus voces fueron escuchadas para la decisión del retiro de las cámaras de la propuesta, al tiempo de realizar un llamado a la sociedad de sentarse en la mesa del dialogo a sugerir y evaluar propuestas.
Sostuvo que sobre la mesa el país tenía muchas reformas que son necesarias, como es la Constitucional, aprobada en dos lecturas por la Asamblea Nacional Revisora, que a su juicio da por cerrado la cultura continuista de los presidentes.