«Lo peor es que estos grupos extremistas, estas bandas no autorizadas por el gobierno de Haití pueden hacer lo que les da la gana y así afectar nuestra seguridad. Si lo permitimos, nuestra seguridad se vería fuertemente afectada no solo a corto plazo sino a largo plazo», sostuvo Abinader.
El presidente Abinader reconoció que no fue una decisión fácil cerrar la frontera, pero señaló que la situación en la zona era insostenible. «En el mundo no hay ningún otro país que tenga una frontera tan peligrosa como la que tenemos en República Dominicana», declaró.
El cierre de la frontera ha generado preocupación en la comunidad internacional, especialmente en Haití, donde algunas voces han calificado la medida como un acto de agresión. Sin embargo, Abinader insistió en que la prioridad de su gobierno es garantizar la seguridad de su país y proteger a los ciudadanos dominicanos.
El cierre de la frontera ha generado una serie de desafíos logísticos y económicos para ambas naciones, pero el presidente Abinader reiteró que esta medida es temporal y que su gobierno está dispuesto a trabajar en conjunto con las autoridades haitianas para encontrar soluciones a los problemas comunes que afectan a la región.