Abinader: reparar la brújula para enderezar el rumbo

Al asumir la presidencia el 16 de agosto de 2020, Luis Abinader enfrentó el desafío de gobernar en medio de una pandemia, lo que marcó sus primeros años de gestión. Desde entonces, ha impulsado varias reformas, incluyendo la creación de un Ministerio Público independiente muy criticado por su inanición con expediente referente a funcionarios de su gobierno que algunos han reciclado indelicadezas cometidas por la anterior administración. El ex presidente Hipólito Mejía, dijo que no cree en la independencia del Ministerio Público.

Denuncias

La Asociación Dominicana Contra la Corrupción (ADOCCO) ha señalado al menos 64 denuncias aún sin juicio, especialmente en contratación pública y pagos extraordinarios; además, Milagros Ortiz Bosch, ha denunciado más de 276 expedientes ante la Dirección de Ética e Integridad Gubernamental, muchos pendientes de acción por Pepca. Sectores de la sociedad civil y la oposición argumentan que, aunque hay apertura a investigaciones, la mayoría de los casos no terminan en enjuiciamiento ni cierre judicial, lo que crea un ambiente de desconfianza.

Parece que los mecánicos (funcionarios), no tienen la capacidad para reparar los daños que Abinader recibió al tomar posesión del timón del vehículo para llevar al país por rumbos seguros. El vehículo está carreteando sin rumbo; parece que tiene que se rompió la brújula, porque anda por caminos equivocados, lleno de hoyos y baches fangosos.

El presidente Abinader, parece que en esta carrera administrativa está conduciendo solo, sin copilotos y los mecánicos (funcionarios) quienes los están dirigiendo por los caminos que prometió cambiar; y es que muchos de ellos, tienen la brújula rota, no tienen un rumbo definido. Se han montado en el carro del triunfo sin ningún plan de rutas definidas.

Abinader tiene tiempo de reparar la brújula para enderezar el rumbo, aunque no esté definido para corregir la marcha que va sobre el camino equivocado para tomar decisiones con conciencia y más sabias que, les envié a su pueblo una señal de fortaleza y que todo se resolverás; porque endereza el rumbo, es un proyecto que se ha salido de control, ya sea por malas decisiones o por incapacidad de los colaboradores.

Para eso, se necesita reflexionar para reconocer las fallas, para recuperar los hábitos, reconectar con las metas olvidadas y sanar relaciones importantes.

A veces el rumbo se corrige al dar espacio a la introspección, aceptar cambios o pedir ayuda.
Enderezar el rumbo es como afinar una brújula interior; implica observar dónde estás, hacia dónde quieres ir, además, ver qué obstáculos hay en el camino, porque no se trata de tener el rumbo perfecto, sino de navegar con intención.