Publicado en Todo Incluido, hace 5 horas
La precampaña a destiempo tiene que ser desmantelada, en todos los partidos, pero muy en especial en el área de las oficinas públicas. Ya nosotros pedimos en una entrega anterior que se parara la campaña partidista.
El presidente Luis Abinader se dirigió a todos los precandidatos del Partido Revolucionario Moderno y le pidió que suspendan la precampaña de inmediato. Por lo menos ese llamado es a siete funcionarios de alto nivel.
La etapa más sensible de precampaña se da en torno al gobierno central. Los funcionarios descuidan su trabajo y puede ser, y la mayoría de las veces lo es, que resten calidad a su ejecutoria.
Por consiguiente, hay que acabar, desde el gobierno, con el proselitismo a destiempo. También los partidos de oposición tienen que dejar a un lado su muy activa jornada de precandidatos.
Es cierto que se necesita tiempo para poder llevar a cabo una campaña para conseguir la postulación por un partido político, pero la ley electoral define en qué momento está abierta la campaña electoral.
Por lo tanto es de obligación no violar la ley electoral, tanto los funcionarios del gobierno, como los líderes de partidos opositores. Todos son violadores de los reglamentos, en caso de persistir en la desbocada precampaña.
La postura del presidente Abinader de prohibir el proselitismo de los funcionarios es de acción inmediata y debe ser acatada por todos los funciones, sin chistar y sin rejuegos.
Para evitar confusiones y vivezas, hay que marcar bien lo que es el trabajo en una dependencia oficial, y utilizar las funciones para disfrazar aspiraciones. Los fuera de tiempo precandidatos deben saber que el pueblo los está observando.
Desde el gobierno se tiene que hacer frente a grandes problemas y escollos para el pleno desarrollo nacional, razón por la cual los funcionarios deben trabajar todos los días y todas las horas, para desarrollar al país.
Un cargo en la administración pública no es un botín, ni un trampolín para alcanzar posiciones partidistas, sino que se contrae una gran obligación con el país, y no puede darse el menor descuido en este afán.
Pero la violación a la ley electoral no es solo de los oficialistas, sino que también incurren en ella los dirigentes de la oposición. La Junta Central Electoral se tiene que reunir con el liderazgo nacional y explicarles que no va a tolerar las violaciones de las leyes.
Por lo pronto habló el presidente Abinader y de ahora en adelante es de esperar que se suspenda el proselitismo de los funcionarios. Estaremos atentos.