Publicado en Mundiales, hace 10 años
Bagdad.– Más de tres decenas de personas murieron el sábado por una serie de atentados con bomba en la capital iraquí, horas antes de que el toque de queda —impuesto en la ciudad desde hace mucho tiempo— llegue a su fin.
El ataque más mortífero ocurrió en la zona de Nuevo Bagdad. Un atacante suicida hizo estallar sus explosivos en una calle llena de ferreterías, matando al menos a 22 personas e hiriendo por lo menos a 45, según fuentes policiales.
El segundo ataque se produjo poco después en el popular mercado de Shorja, en el centro de Bagdad. Dos bombas caseras estallaron con 25 metros de separación entre sí, matando al menos a 11 personas e hiriendo a 26.
Adicionalmente, una bomba estalló cerca de un mercado de alimentos al aire libre en Abu Cheer, en una zona chií del sudoeste de Bagdad, matando al menos cuatro personas y dejando heridas a 15.
Nadie reclamó la autoría de los ataques en un primer momento. Fuentes hospitalarias confirmaron las cifras. Todas las fuentes hablaron bajo condición de anonimato ya que no estaban autorizadas a informar a la prensa.
Los atentados ocurrieron antes de que el primer ministro, Haider al-Abadi, decidiera levantar el toque de queda instaurado hace tiempo en Irak a partir del mediodía del domingo.
Bagdad ha experimentado una calma relativa en medio de una brutal ofensiva en el norte y oeste del país por parte del grupo Estado Islámico, inspirado por al-Qaida. Varios atentados recientes ocurrieron en zonas de mayoría chií en la capital, pero la violencia se había mantenido muy por debajo de los días más oscuros de conflicto religioso en 2006 y 2007.
Las autoridades iraquíes han reiterado que la capital es segura, pese a los ataques ocasionales en barrios de mayoría chií cometidos por el grupo miliciano suní.