Alcalde Fernández: evite muertes en la entrada de Barahona

El desarrollo de una ciudad es un acontecimiento que todos sus habitantes desean. Más aún, si con ello llegan las bonanzas económicas que ese auge implica. Sin embargo, este crecimiento debe ser en orden e ir de la mano con acciones por parte de las autoridades, para evitar que con ese progreso se ponga en peligro la integridad de la población.

En Barahona, por ejemplo, ha iniciado ese boom del desarrollo que por tantos años ha ansiado esta parte del país, con la instalación de nuevos negocios y de cadenas nacionales, entre estos, la Plaza el Encanto y la instalación en ella del Grupo Ramos con su famosa tienda “La Sirena”, la cual ha traído consigo numerosos empleos y ha dinamizado el comercio en la ciudad.

Todo lo que traiga prosperidad a Barahona debe ser aplaudido por sus habitantes. Pero toda esa bondad tiene que ser correspondida con acciones de igual magnitud que van de la mano con el crecimiento y que corresponden a las autoridades, en este caso a las municipales.

Se ha denunciado hasta la saciedad el peligro que se cierne sobre las personas que acuden a La Sirena, sobre la necesidad de señales de tránsito y reductores de velocidad en la Avenida Casandra Damirón que eviten los accidentes tanto de peatones como de vehículos al tratar de llegar a ese importante complejo comercial.

Se hace imperioso entonces, que el Alcalde Míctor Fernández como jefe del territorio, en conjunto con otras autoridades como la Dirección de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), trabajen en conjunto para dotar de un mecanismo de regulación del tránsito en la zona donde está ubicado el centro comercial, en la misma entrada de Barahona, para con ello evitar las pérdidas humanas.

Los barahoneros esperan que el alcalde Fernández trabaje este tema en especial con empeño, ahora estrenando su segundo periodo y resuelva esos pequeños inconvenientes que llegan con el progreso de la ciudad.