Publicado en Mundiales, hace 10 años
Insistió en que Chile no es un país corrupto sino que hay casos de corrupción, a los que calificó de “intolerables” y sostuvo que “tenemos una agenda muy potente que nos va a permitir cerrar cualquier brecha para evitar que este tipo de cosas vuelva a suceder”.
Renzi coincidió con Bachelet en que la corrupción es un problema global, que “también afecta a Italia”.
Tanto Bachelet como Renzi calificaron de excelentes las relaciones entre ambos países y el líder italiano dijo que espera viajar en los próximos meses a Chile.
En una entrevista publicada el jueves por el diario La Repubblica, Bachelet había admitido que “hemos tenido casos recientes muy graves que han afectado a mi gobierno y han sido muy dolorosos para mí”.
Uno de esos casos fue un negocio de especulación inmobiliaria realizada por el hijo y la nuera de la mandataria, por lo que la pareja es investigada judicialmente por supuesto tráfico de influencias y uso de información privilegiada.
También había destacado la solidaridad de Italia durante la dictadura militar chilena (1973-1990) al iniciar su visita a este país, que prevé una audiencia con el papa Francisco. “Italia apoyó por años la lucha por el retorno de la democracia en mi país”, expresó la mandataria al inaugurar una placa en la que fue la sede de un comité de solidaridad con los perseguidos en Chile, en el centro de Roma. El comité Chile Democrático, “nombre que en ese momento representaba un sueño para mi patria, fue la única instancia en el mundo donde estuvieron representados todos los partidos chilenos que se oponían a la dictadura”, dijo.