Barahona clama por la atención del gobierno central

Durante años, la provincia de Barahona, rica en belleza natural y potencial turístico, ha esperado pacientemente su turno para recibir la inversión y las obras de infraestructura que tanto necesita para impulsar su desarrollo. A pesar de sus encantos y la calidez de su gente, la región ha quedado rezagada en comparación con otras provincias del país. Es hora de que el gobierno central dirija su mirada hacia el sur profundo y responda al clamor de un pueblo que anhela progreso.

Las carencias en infraestructura vial dificultan la conexión con otros centros económicos y limitan el acceso a los atractivos turísticos, frenando así el crecimiento de la industria sin chimenea, crucial para la economía local. Las promesas de carreteras en buen estado y la modernización de las existentes se han diluido con el tiempo, dejando a comunidades enteras aisladas y con dificultades para transportar sus productos y acceder a servicios básicos.

Asimismo, la falta de inversión en servicios esenciales como agua potable y saneamiento afecta la calidad de vida de los barahoneros y representa un obstáculo para el desarrollo de un turismo sostenible y responsable. La construcción y mejora de hospitales y centros de salud es otra necesidad apremiante, para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a una atención médica digna y oportuna.

El potencial agrícola de Barahona, con sus tierras fértiles, también se ve limitado por la falta de apoyo técnico, financiamiento y la construcción de infraestructuras de riego eficientes. Invertir en este sector no solo aseguraría la seguridad alimentaria local, sino que también generaría empleos y dinamizaría la economía de la región.

Es innegable que el gobierno ha realizado esfuerzos en diversas áreas a nivel nacional, pero es fundamental que Barahona deje de ser percibida como una provincia olvidada. Su contribución a la riqueza cultural y natural del país es invaluable, y su gente merece las mismas oportunidades de progreso que cualquier otro ciudadano dominicano.

Ha llegado el momento de traducir las promesas en acciones concretas. Barahona necesita un plan integral de desarrollo que abarque la construcción y mejora de carreteras, la inversión en servicios básicos, el apoyo a la agricultura y el impulso al turismo sostenible. Estas obras no son solo una demanda justa de sus habitantes, sino una inversión estratégica para el futuro de toda la nación.

El gobierno central tiene en sus manos la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en la historia de Barahona, un capítulo de progreso, oportunidades y bienestar para su gente. La “Perla del Sur” está lista para brillar con todo su esplendor, solo necesita el impulso y la atención que merece.