Publicado en Mundiales, hace 3 horas
Puerto Príncipe.- El desplazamiento forzado perturba hoy la vida de los ciudadanos en Haití, donde la cifra de personas que huyen de la violencia crece desde el comienzo del asedio pandillero a la comuna de Kenscoff.
La Organización Mundial para las Migraciones (OIM) informó que mil 669 ciudadanos abandonaron sus hogares en esa comunidad, a causa de los ataques de grupos armados desde el 27 de enero.
El 67 por ciento de estas personas desplazadas se refugiaron con familiares, las demás encontraron refugio en tres campamentos para personas desplazadas, precisó el diario Le Nouvelliste.
Más de un millón de ciudadanos se encuentran ahora desplazadas internamente en Haití.
Los datos más recientes revelan que un millón 41 mil personas, muchas de ellas desplazadas en más de una oportunidad, están luchando en medio de una crisis humanitaria cada vez peor.
Lamenta la OIM que los menores son quienes cargan con el mayor peso del desplazamiento y representan la mitad de la población en esa situación.
Todavía la PNH y el Ejército siguen intentando sin éxito expulsar a los pandilleros de la comuna de Kenscoff, tras 10 días de combate.
En estos momentos, los bandidos controlan varias zonas y se enfrentaron con los agentes desplegados en el sitio denominado Bois d’Avril, pero a despecho de la presencia de los efectivos lograron avanzar hacia el centro de Kenscoff.
Según el diario Le Facteur Haití, las bandas criminales están utilizando otras estrategias para seguir ejecutando su plan y procedieron a tomar las carreteras que conducen a Belle Fontaine y Kajak.
Las autoridades de Kenscoff pidieron mantener a la PNH y al Ejército desplegados en ese territorio, e incluso reforzar con personal y medios para resistir los embates de las bandas armadas.
El asedio a Kenscoff preocupa al Gobierno, al punto que el propio Comandante en jefe de la PNH, Rameau Normil, orientó las misiones a sus agentes desde el teatro de operaciones para impedir que la comuna sea otra conquista de los pandilleros.
Normil en los últimos días estuvo reunido con los cuerpos especializados para trazar nuevas estrategias en la lucha antipandillas, pero su presencia en Kenscoff manifiesta en algún modo la gravedad de la situación y su interés por poner punto final a la ola de violencia que vive la llamada Perla de las Antillas.