Crónica de una tragedia anunciada

Editorial

La tragedia ocurrida en la cárcel de La Victoria, junto a otras que han ocurrido en otros pueblos del país, fueron advertidas con antelación por varias instituciones, incluyendo la Comisión de los Derechos Humanos y el Defensor del Pueblo.

Desde hace mucho tiempo, esas y otras organizaciones de la sociedad civil, han manifestado a través de informes sobre el hacinamiento y la degradación de esos centros carcelarios, y aunque ha habido algunas iniciativas para resolver la problemática, eso no ha sucedido.

Al descuido de las cárceles del país se le suma el ingrediente de que son grandes centros de sustento económico para los que vigilan, cuidan y hasta muchos de los privados de libertad que allí interactúan.

Es necesario dejar atrás cualquier aspecto del pasado y construir un sistema penitenciario con sentido humano, donde las personas que sean condenadas, por el hecho que fuere, reciban un trato que corresponda con el nivel de civilización en el que vivimos.