Publicado en Todo Incluido, hace 3 semanas
Jóse Díaz Nin
Ha vuelto al tapete las discusiones sobre la devolución del dinero depositados por personas ya fallecidas. Ciertamente, el proceso para conseguir ese dinerito por parte de los deudos, que muchas veces desconocen los montos depositados, es de un largo tiempo, tortuoso y a veces costoso a tal punto que muchos deciden no solicitarlo.
Según se informa alrededor de unas 125,000 cuentas mantienen depositados unos 10 mil millones de pesos , en los bancos locales, de personas ya fallecidas y la Asociación de Banco Múltiples de la República Dominicana ha informado que se está preparando un procedimiento para agilizar la entrega de ese dinero.
Es propicia la ocasión, a propósito del interés de dicha Asociación, por agilizar dichos procedimientos de entrega, para hacer las siguientes recomendaciones.
Sugerencias
La primera recomendación es que los bancos establezcan un seguro o una formalidad, a los que abren y mantienen cuentas bancarias, que se encargue de cubrir los costos de funeraria, que es una de las situaciones más difíciles de los deudos.
Una segunda recomendación es que se solicite a cada persona que abre una cuenta bancaria una declaración jurada de los beneficiarios en caso de fallecimiento, dicha declaración jurada puede ser sustituida y modificada en cualquier momento por los cuentahabientes. En dicha declaración se podrían agregar los porcentajes a distribuir en caso de fallecimiento.
En todo caso, los bancos cuando se presente una certificación o acta de defunción legalizada y verificando la información de la declaración jurada, y si es posible otra declaración, también jurada, de los deudos que aparecen en la primera declaración, donde se confirme la no existencia de pleitos, exclusiones o contradicciones entre ellos.
Deben establecerse plazos para que ese dinero de las personas fallecidas pueda ser retirado por los deudos en las proporciones establecidas en la declaración jurada.
Es importante además que las autoridades monetarias emitan una opinión al respecto y se interesen en que dichos procedimientos sean realmente para beneficiar a los familiares de personas que dieron su vida en el trabajo y creyeron siempre en la banca.
Reitero hay que buscar un bajadero para viabilizar el tortuoso acto del sepelio de un fallecido que tiene recursos para ello en un banco y liberar a los familiares de ese momento de desesperación y angustia