El primer emprendedor barahonero: Rodolfo Lama

Muy temprano en mi vida conocí a Don Rodolfo Lama, tendría once años de edad, y era que este activo hombre de la vida barahonera tenía por costumbre pasar en su Chevrolet impala color verde claro, todas las tardes a eso de las 2:00 por la calle María Montez esquina Luis E. Del Monte, lugar donde estaba localizada la Farmacia Cury, propiedad del doctor Constantino Cury Fernández (Don Tinito), su compadre, y le tocaba bocina, alzando el brazo en señal de saludo. Estaba allí, en la farmacia, porque hice vida de aprendiz o dependiente desde la edad indicada hasta los 16 años.

Entonces Don Rodolfo tenía por costumbre ir a su casa de la calle Colón a almorzar y hacer siesta, a la indicada hora retornaba al negocio de la familia ubicado en la calle Padre Billini, local donde hoy funciona el centro de diversión Lotus.

Jamás pensé que poco tiempo después yo iba a ingresar al staff de locutores de planta de su primera empresa de comunicación, Radio Barahona, y que recibiría allí sus sabias enseñanzas, su proverbial solidaridad, verdaderas lecciones de consagración al trabajo, rectitud, disciplina y la realización del mejor comercio en buena lid, en verdad una escuela de Organización & Métodos.

Me preparé como profesional del micrófono en la Escuela Nacional de Locución que dirigía Otto Rivera, entonces ubicada en la calle Duarte esquina La Noria, segunda planta, ingresé a este centro, también llamado Instituto Técnico-vocacional, cuando contaba con 15 años; al terminar no necesité padrino alguno para ocupar la plaza que dejaba en Radio Barahona un popular locutor barahonero llamado Danilo Arcadio Reyes Cuevas, quien había decidido establecerse en los Estados Unidos.

A Don Rodolfo le bastó impartir las instrucciones para que otro legendario hombre del micrófono me sometiera a las pruebas de lugar “en el aire”, pues entonces no había otra manera, no se contaba con estudio de grabación, este era Milcíades Vargas (Blanco), identificado popularmente como “El de siempre”. Otros buenos locutores fijos en ese año, 1971, eran Sucre Antonio Muñoz Acosta y Felipe Hungría Amador.

Este propulsor del comercio, la radio y la cultura le abrió el turno para la vida laboral a toda una legión de jóvenes locutores de entonces: Rigoberto Félix Nova, Carlos -July- González, Wilson Arias, Roberto Armando Figuereo Matos, Américo Peña, Manuel –Maceo- Jiménez, Ludovino Batista, Dante Acosta, Frank Jiménez, Manuel Sierra, Loly Acosta, Leónidas Amador, Dalia Féliz, Francisco –Chichí- Suero, Otilio Agramonte Alcántara, Eddy Amador y Félix Valoy, entre otros.

Fueron aventajados discípulos de Don Rodolfo, Oscar López Reyes, Carlos Julio Féliz y Octavio Segura.

Luego, otras generaciones se beneficiaron de la consagración apasionada de aquel mecenas de la radio y compueblano excepcional, que colmado de fe abrazó la vocación de servicio hasta constituir la empresa regional que más nos enorgullece, Empresas Radiofónicas, haciendo de su slogan una realidad: “sirviendo con entusiasmo a una comunidad que progresa”.

Rodolfo Lama debe figurar en la más exclusiva galería de los hombres que más horas de su vida han dedicado al trabajo noble, digno y honrado. En los términos de lo que se ha denominado hoy emprendedor, Rodolfo Zacarías Lama Jaar, ha de considerarse el primer emprendedor barahonero!