Publicado en Gubernamentales, hace 3 horas
Santo Domingo.– El presidente de la República, Luis Abinader, reconoció la preocupación ciudadana por los apagones que en las últimas semanas han afectado a distintos sectores del país y que han motivado protestas, cacerolazos y huelgas en reclamo del restablecimiento del servicio eléctrico.
El jefe de Estado explicó que las interrupciones en el servicio responden a tres factores principales: la tardanza en la entrada en operación de 600 megavatios adicionales que comenzarán a integrarse al sistema a partir de septiembre, un incremento inusual en la demanda eléctrica y la salida de varias plantas por mantenimiento.
El presidente también atribuyó parte de las dificultades al impacto del sargazo en algunas plantas generadoras. “Por ejemplo, ayer estaban fuera unos 150 megas por tema de sargazo”, indicó.
No obstante, Abinader aseguró que, a pesar de los inconvenientes, el suministro ha alcanzado altos niveles de cobertura. “Ayer, en el peor de los momentos, estábamos ofreciendo un 91 % de luz en el país, según las estadísticas y según el organismo coordinador”, afirmó.
El mandatario insistió en que su gobierno está consciente de la magnitud del problema y reiteró que se hacen los esfuerzos necesarios para estabilizar el sistema eléctrico.
“Lo que ustedes pueden estar seguros es que estamos conscientes, estamos muy preocupados por ese tema, y estamos trabajando día a día para solucionarlo dentro de las posibilidades”, dijo.
La tanda de apagones es constante en los últimos días en varios sectores del Distrito Nacional, pese a que muchos pagan el servicio.
En el sector Símon Bolíbar, el refrigerador que mantiene la mercancía de Juana Canela para comercializarla dejó de funcionar y ella dice que no tiene dinero para repararlo.
Como ellas, se declara víctima por falta de energía eléctrica la colmadera Nidia Martínez del barrio Capotillo, quien denuncia que no puede tener mucha mercancía en el refrigerador porque se daña.
Entre consignas como “queremos la luz”, madres del sector denunciaron que la situación se ha vuelto abusiva y reclaman que, pese a sus llamados, las autoridades no han dado una respuesta.
En medio de la falta de energía, comerciantes denunciaron que desaprensivos aprovechan los apagones para saquear viviendas y pequeños negocios.
La impotencia ha provocado que, en casi todos los barrios del trayecto de la carretera San Felipe, los residentes incendiaran neumáticos para llamar la atención de las autoridades.
El presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), Celso Marranzini, asegura que costes serán menores con las nuevas plantas de energías.