Publicado en Todo Incluido, hace 2 años
Se dice que el ego llega a su máxima expresión cuando éste ha tomado posesión del yo, una actitud propia del ser humano que tiene proclividad a que todo gire en torno a él, y a “convertir el yo en el centro de sus pensamientos y en el punto de referencia de sus acciones”, cuya forma de actuar y pensar se le denomina egocentrismo, opuesto a la caridad cristiana.
Basta recordar el cuento en que una serpiente que pasaba por el bosque empezó a perseguir a una luciérnaga; lo hizo durante 3 días y 3 noches seguidos, ya exhausta, la luciérnaga se detuvo y dando media vuelta se dirigió a la serpiente: ¿Puedo hacerte 3 preguntas? Como te voy a devorar igualmente, adelante, pregunta: ¿Pertenezco a tu cadena de alimentación? No. ¿Te hice algún daño? No. Entonces, ¿por qué quieres comerme? Porque no soporto verte brillar.