Publicado en Mundiales, hace 10 años
Ante un poste de electricidad recubierto de fotos de distintos candidatos a diputados o senadores, Luckson permanece totalmente indiferente. “A él, lo conozco pero no hará nada por mí. A ella, nunca le había visto el rostro”, dice este lustrabotas al observar sucesivamente los retratos que pusieron sobre su calle.
Los comerciantes vecinos y sus clientes hablan sobre la identidad de los candidatos, discuten sobre el pasado de estos aspirantes a los puestos legislativos. Pero todos están de acuerdo en un punto: no irán a votar el domingo, “porque eso no sirve para nada”. En el país la política se percibe como un espacio para el clientelismo y la corrupción.