Publicado en Nacionales, hace 4 horas
Santiago.- La Arquidiócesis local de la Iglesia católica criticó a los funcionarios que todavía no han hecho las declaraciones juradas de sus bienes, en franca violación a la ley número 314-4 y afirma que los privilegios de que disfrutan con esa postura arruinan la democracia dominicana.
La consideración de la Iglesia Católica sobre el tema, está contenida en el comentario editorial del semanario nacional católico Camino titulado “Los privilegios arruinan la democracia”, y que circulará en todas las parroquias del país a partir del próximo domingo 29 de los corrientes.
Indica que la mejor manera de decir, es hacer y que las palabras conmueven, pero es el ejemplo el que motiva a seguir la conducta de quienes las pronuncian.
“Esa verdad meridiana la han olvidado los funcionarios públicos que están pisoteando la ley 314-4 que los obliga a presentar su Declaración Jurada de Bienes”, subraya Camino.
Precisa que para lograr que hagan las declaraciones, muchas veces hay que rogarles, darles nuevos plazos y hacerles constantes llamados para que la hagan.
“Se creen ciudadanos especiales, con licencia para burlarse de los demás, y duele ver que no haya consecuencias para ellos, o sea los funcionarios”, puntualiza el vocero escrito de la Iglesia Católica.
Señala que lo preocupante es que esa práctica se ha convertido en una rutina, provocando una herida profunda a la democracia, porque no declarar los bienes que tiene un senador, diputado, alcalde y otros servidores públicos se presta para huir de la transparencia que debe mostrar cada persona que recibe y administra fondos públicos y que solo la debilidad institucional que padecemos admite esa transgresión a la ley.
“Nos preocupa que un importante sector de la clase política parece no darse cuenta que con esta forma de actuar su credibilidad ante la población disminuye cada día”, refiere en otra parte de su editorial Camino.
En ese orden, exhorta a todos los funcionarios gubernamentales que no hayan declarado sus bienes, para que no continúen viviendo de espaldas a los deseos profundos de un pueblo que aspira tener administradores pulcros, transparentes y apegados a las leyes.
“Si de verdad desean servir a sus comunidades no tengan temor de mostrar los bienes que poseen antes y después de salir del cargo”, agrega Camino.
Concluye pidiendo que no se les pongan obstáculos al camino de la transparencia, ya que ocultar datos y no cumplir a tiempo lo que exige la Ley es abrirle espacios a la corrupción administrativa.