Publicado en Mundiales, hace 14 horas
Bogotá.- Las autoridades de Colombia incautaron 1,991 kilos de cocaína y capturaron a dos jamaicanos y dos colombianos que transportaban el alijo en una lancha rápida en una operación realizada a 71 millas de la ciudad caribeña Santa Marta, informaron este viernes fuentes castrenses.
La operación de interdicción marítima fue realizada por la Armada colombiana, la Fuerza Aérea y la Fiscalía, que interceptaron una lancha rápida «con 1,991 kilogramos de clorhidrato de cocaína».
«Un golpe que asfixia las finanzas criminales», informó el ministro colombiano de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, en su cuenta de X.
La embarcación, equipada con tres motores fuera de borda, transportaba 80 sacos con 2,000 paquetes rectangulares de droga, según se detalló en la información.
La droga, los cuatro capturados y la embarcación quedaron a disposición de la Fiscalía.
«Este resultado significa que más de 49 millones de dosis no llegarán a las calles del mundo, evitando que esas ganancias ilícitas financien violencia y corrupción. Luchamos con contundencia para cerrar las rutas del narcotráfico en nuestros mares», aseguró el ministro Sánchez.
Colombia y Perú son los dos mayores productores mundiales de cocaína, por lo que las autoridades tienen como foco combatir este delito.
Esta acción se suma a la realizada por la Policía colombiana, que incautó la semana pasada cinco toneladas de cocaína en el puerto de Cartagena. La droga tenía como destino final varias ciudades de Europa y Centroamérica.
Los cargamentos fueron hallados en varios contenedores con destino a puertos internacionales de Países Bajos, Alemania, Guatemala y Honduras, donde las redes de narcotraficantes pretendían introducir la droga camuflada en productos como pasta de ají, panela pulverizada y silicato de magnesio.
En total, las autoridades decomisaron 2,2 toneladas de cocaína en un contenedor dirigido a Alemania; 2,8 toneladas ocultas en polvo de panela en otro contenedor y 177 kilos más con destino a Centroamérica.
Las operaciones forman parte de una ofensiva integral contra el narcotráfico en Colombia, con la que el Ejecutivo busca desmantelar las redes criminales que operan a nivel nacional e internacional, y reducir el poder de las economías ilícitas mediante un enfoque no solo represivo, sino también estructural.