Publicado en Editorial, hace 11 meses
Un estado de desastre dice presente tras las mayores lluvias sobre el territorio nacional desde que se llevan estadísticas y que fueron determinantes para que el conteo de víctimas mortales en distintas zonas tendiera anoche a superar los 20 casos con reportes de daños a viviendas y desplazamientos de sus ocupantes; además de pérdidas en la agricultura y un número importante de comunidades impedidas de recibir auxilios por derrumbes y crecidas de río y arroyos. Miles de familias continuaban ayer sin suministro de electricidad por averías mientras resalta en las fatalidades que hoy enlutan familias con nueve muertes el desplome de una pared del paso a desnivel en la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Máximo Gómez, un hecho totalmente prevenible porque su vulnerabilidad a fuertes presiones de agua desde el subsuelo del lugar y de un alcantarillado que tiende a intensificar su flujo cuando llueve en grande, quedó muy en evidencia un tiempo atrás y recientes denuncias públicas con imágenes delataban la falta de firmeza en segmentos de muros del sistema vial de paso rápido más importante de Santo Domingo.
Al disponer una investigación sobre las causas estructurales de la caída, el Ministerio de Obras Públicas denunció que se trataba de construcciones de decenios anteriores a partir de diseños que no evitaban este colapso, procediéndose a demoler parte de los bordes que quedaron en pie con amenazantes inclinaciones. Lo que faltaba para que el tránsito sea más caótico en la Capital.