Publicado en Mundiales, hace 5 horas
Irán. Por qué no habría un cambio de régimen?, se preguntó este domingo el presidente Donald Trump después de que Irán amenazara a sus tropas en respuesta a bombardeos que, según Washington, han «devastado» el programa nuclear iraní.
Hasta este domingo por la tarde el gobierno de Trump repetía que el único objetivo de los ataques a las plantas nucleares iraníes de Fordo, Isfahán y Natanz era impedir que Teherán se dote del arma atómica.
Los funcionarios coincidían en que no se trataba de hacer caer el régimen de los ayatolás, con el que Estados Unidos lleva casi medio siglo enemistado.
Pero el presidente Donald Trump sembró la duda.
«No es políticamente correcto usar el término ‘cambio de régimen’, pero si el actual régimen iraní no puede hacer que Irán vuelva a ser grande, ¿por qué no habría un cambio de régimen? ¡¡¡MIGA!!!», publicó Trump en su plataforma Truth Social jugango con su famoso acrónimo MAGA, como se conoce al movimiento ultraconservador estadounidense «Haz a Estados Unidos grande otra vez».
«Ayer tuvimos un éxito militar espectacular, quitándoles la ‘bomba’ de las manos (¡y la usarían si pudieran!)», escribió asimismo el magnate republicano.
Poco antes, en un mensaje difundido por la agencia oficial de noticias Irna, Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, afirmó que las bases utilizadas por las fuerzas estadounidenses serán consideradas «un objetivo legítimo».
«Los estadounidenses tienen que recibir una respuesta a su agresión», advirtió desafiante a su vez el presidente iraní, Masud Pezeshkian.
«¡Venganza, venganza!», gritaron manifestantes con los puños en alto mientras el presidente iraní intentaba abrirse paso entre la multitud en Teherán.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirma que Washington ha «devastado el programa nuclear iraní». Más prudente, el jefe del Estado Mayor, general Dan Caine, considera que es «demasiado pronto» para evaluar con precisión el alcance de la operación «Martillo de Medianoche».
El principal grupo de ataque estadounidense estuvo compuesto por siete bombarderos B-2 Spirit que volaron 18 horas, según Caine, y que el domingo han aterrizado en Estados Unidos, informó Trump.
En respuesta al ataque, en el que se emplearon más de una decena de bombas antibúnker, las fuerzas armadas iraníes atacaron varios lugares en Israel, incluido el aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv. Saldo: al menos 23 heridos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que los ataques militares de su país terminarán una vez que se alcancen los objetivos declarados de destruir la capacidad nuclear y de misiles de Irán.
«Estamos muy, muy cerca de completarlos», declaró a periodistas.
Nueve miembros de la Guardia Revolucionaria murieron el domingo en ataques israelíes contra el centro de Irán, según medios locales, y otras tres personas tras un ataque a una ambulancia.
Además el ejército israelí anunció haber atacado sitios de misiles en el oeste de Irán.
Los ataques israelíes contra Irán han causado la muerte de más de 400 personas, según el Ministerio de Salud iraní. Las represalias iraníes se han cobrado una veintena de vidas, según cifras oficiales israelíes.
Pese al ataque, Trump y su gabinete repiten que Washington «busca la paz».
En la ONU, que reunió de urgencia a su Consejo de Seguridad este domingo, Irán acusó a Estados Unidos de haber iniciado una «guerra» con «pretextos absurdos»
Estados Unidos dejó la puerta abierta a la República Islámica, con la que negociaba un acuerdo sobre su programa nuclear antes de que Israel lanzase su ofensiva aérea el 13 de junio.
«No estamos en guerra contra Irán, estamos en guerra contra el programa nuclear iraní», declaró a ABC el vicepresidente JD Vance.
La respuesta no tardó en llegar.
«Aunque se destruyan las instalaciones nucleares, el juego no ha terminado, los materiales enriquecidos, el conocimiento autóctono y la voluntad política se mantienen», afirmó Ali Shamkhani, otro consejero de Jamenei.
Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que se ven cráteres en las instalaciones de Fordo, pero que nadie ha podido evaluar los daños subterráneos.
Añadió que los ataques a instalaciones nucleares podrían causar fugas de radiación, pero que la OIEA no ha detectado ninguna hasta el momento.
Los ataques provocaron una subida del precio del petróleo, de un 4%, en la apertura de los mercados asiáticos.
Aedmás, el Departamento de Estado ha pedido a sus ciudadanos en el mundo que extremen la precaución.
En la provincia de Semnan, al este de la capital, Samireh, una ama de casa de 46 años declaró a la AFP que está «muy preocupada por la gente que vive cerca» de las instalaciones nucleares.
Algunos israelíes albergan la esperanza de que el ataque estadounidense sea un punto de inflexión en la guerra.
«Israel por sí solo no podría parar [la guerra] […] y llevaría más tiempo», comentó a la AFP en Jerusalén Claudio Hazan, un ingeniero informático de 62 años.
En los últimos diez días, los bombardeos israelíes golpearon cientos de instalaciones militares y nucleares iraníes y mataron a militares de alto rango y científicos implicados en el programa nuclear.
Irán respondió con misiles y drones, la mayoría interceptados por los sistemas de defensa aérea israelíes.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió este domingo contra «otro ciclo de destrucción» en la región.