
Publicado en Nacionales, hace 2 horas
Santo Domingo.- Este jueves, 6 de noviembre de 2025, la República Dominicana conmemora el 181 aniversario de la proclamación de su primera Constitución, un documento histórico que selló el nacimiento del Estado dominicano y sentó las bases de la soberanía nacional.
Aunque el feriado oficial fue movido para el lunes 10 de noviembre, la fecha mantiene su profundo significado cívico: recordar el momento en que un grupo de patriotas transformó la independencia en institucionalidad, dándole al país su primera Ley Suprema.
Desde las reformas impulsadas por dictadores como Rafael Leónidas Trujillo, hasta las modificaciones que sirvieron a los intereses reeleccionistas de Joaquín Balaguer, Hipólito Mejía y Danilo Medina, la Constitución dominicana ha transitado un camino lleno de giros, rupturas y contradicciones, moldeada por el poder político de cada época. Entre los intentos por consolidar la democracia y los episodios en que fue usada como instrumento de control, esta Carta Magna ha sido testigo y reflejo de las pasiones, ambiciones y luchas que han marcado la historia institucional del país.
La Constitución Dominicana ha sobrevivido a intervenciones de potencias extranjeras, como Estados Unidos y España; a dictaduras, como las de Rafael Leónidas Trujillo y Ulises Heureaux; e incluso a ser calificada como “un pedazo de papel”, como en una ocasión la describió Joaquín Balaguer.
También ha resistido los periodos de la Segunda República, la Tercera República y la actual Cuarta República, siendo testigo de los más duros desafíos políticos e institucionales del país.
La primera Constitución dominicana fue proclamada el 6 de noviembre de 1844 en San Cristóbal, apenas ocho meses después de la Independencia Nacional.
Su redacción estuvo a cargo de una Asamblea Constituyente, integrada por representantes de las provincias elegidos por voto popular. Entre ellos figuraron Domingo de la Rocha, Buenaventura Báez, Manuel María Valencia, José María Caminero, Julián de Aponte, Casimiro Cordero, Vicente Mancebo y el presbítero Juan de Jesús Ayala, entre otros notables.
El texto fue aprobado bajo el liderazgo del general Pedro Santana y Tomás Bobadilla, en medio de fuertes tensiones entre los liberales que aspiraban a un gobierno civil y republicano y los conservadores que respaldaban la autoridad militar de Santana.
Inspirada en las constituciones de Estados Unidos (1789) y Francia (1791), la Carta Magna de 1844 introdujo un artículo polémico, el 210, que otorgaba poderes absolutos al presidente durante tiempos de guerra, reflejando el peso político del Ejército en la naciente República.
Desde su promulgación, la Constitución dominicana ha sido modificada 40 veces, reflejando los vaivenes políticos y sociales del país.
La más reciente fue proclamada el 27 de octubre de 2024 por el presidente Luis Abinader, y se considera una de las reformas más trascendentales de los últimos años.
Esa modificación incorporó la llamada “cláusula pétrea”, que prohíbe alterar nuevamente las reglas para permitir un tercer mandato consecutivo, además de reforzar la independencia del Ministerio Público, reducir la cantidad de diputados y unificar las elecciones presidenciales, congresuales y municipales.
La reforma de 2024 buscó también garantizar mayor estabilidad constitucional, blindando los mecanismos electorales y cerrando el paso a reformas impulsadas por intereses coyunturales.
De las 40 reformas registradas, tres han tenido como objetivo directo de la reelección presidencial, todas en la etapa democrática posterior al ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo en 1961.
Los tres mandatarios que modificaron la Carta Magna con ese propósito fueron:
Joaquín Balaguer (1966), quien reintrodujo la reelección indefinida.
Hipólito Mejía (2002), que permitió un segundo mandato consecutivo.
Danilo Medina (2015), cuya reforma autorizó la reelección inmediata, aunque con la cláusula de no volver a postularse “jamás”.
Antes de la era democrática, Trujillo había modificado la Constitución siete veces (entre 1934 y 1960) para consolidar su poder político, aunque sin alterar el artículo que establecía la duración del mandato presidencial.
Entre las múltiples versiones de la Carta Sustantiva, la Constitución de Moca de 1858 es considerada por los historiadores como la más democrática de todas.
Esa reforma eliminó los poderes excepcionales del Ejecutivo, amplió las facultades del Congreso y fortaleció los derechos ciudadanos, convirtiéndose en un hito político en medio de una época marcada por la inestabilidad.
La Constitución dominicana es la ley fundamental del Estado, la que define la organización de los poderes públicos, garantiza los derechos de la ciudadanía y traza los límites del poder.
Su evolución ha estado marcada por momentos de crisis, dictaduras, reformas progresistas y debates sobre la justicia, la libertad y la continuidad del poder.
A 181 años de su proclamación, la Carta Magna sigue siendo el símbolo de la soberanía nacional y el reflejo de la lucha del pueblo dominicano por un Estado democrático y de derecho.
Más allá del feriado trasladado al lunes 10, la conmemoración del 6 de noviembre invita a reflexionar sobre la responsabilidad colectiva de respetar, conocer y defender la Constitución, la piedra angular sobre la cual descansa la República Dominicana.