Publicado en Deportes, hace 3 horas
Santo Domingo.- Desde 2023, los robos de bases en MLB han subido debido, entre otros factores, a los límites en los virajes a primera para los lanzadores, el aumento del tamaño de las bases, y el uso del reloj para pitcheos.
Estos cambios han elevado el número de intentos de robos que hasta esa temporada, estaban en su punto más bajo desde 1963.
Esa situación ha hecho que los Catchers respondan y mantengan el respeto de su condición de capitanes del juego.
Por ejemplo, el “pop time” (tiempo en el que el cátcher recibe un lanzamiento del pitcher, y de inmediato lanza hacia una base), ha ido descendiendo de 2.021 segundos (desde que se empezó a llevar la estadística en 2015) hasta el 1.96 segundos en el que está hoy.
Así contrarrestan los 4.042 segundos que promedian los jugadores contrarios cuando están embasados, corriendo los 90 pies que separan una base de otra.
El receptor de los Filis de Filadelfia, J.T. Realmuto, a sus 34 años, es el más vivo ejemplo de cómo los receptores han mejorado, ya que su pop time es en estos momentos es de 1.86 segundos, (empatado con el mejor tiempo de MLB). En 2015, su tiempo era 1.91
Para Realmuto, no sólo la rapidez de sus manos, sino también desafiar sus entrenamientos para que su cuerpo y sus reflejos respondan de manera más explosiva han sido claves en su éxito.
Otro gran ejemplo es Patrick Bailey, receptor de los Gigantes, su pop time es 1.86 segundos y tiene en 41% su porcentaje de efectividad sacando de out en las bases, lo que le ha permitido estar siete puntos porcentuales por encima de la liga, en los últimos tres años.
Según ha reportado, Bailey como prospecto tenía problemas para sacar outs en las bases, pero lo que siempre desarrolló fue la habilidad de desprenderse rápido de la pelota, y más adelante en su carrera, ha podido agregarle potencia a su brazo.
Otra área en la que los catchers han ganado terreno, según Baseball Savant, es la velocidad para lanzar a su segunda base, la cual se ha incrementado, y ahora mismo está en 82.4 mph, como la medida promedio para toda la liga.
Los catchers han respondido con mejor comunicación con sus lanzadores, entre otras técnicas, gracias a un dispositivo llamado “PitchCom” que permite al receptor enviar una señal, desde un positivo en su antebrazo, que el lanzador recibe en una pequeña bocina en su gorra, y desde donde escucha una orden de lanzar un pitcheo.
Así, los receptores ya no dependen necesariamente de mostrar a los pitchers, señales con sus dedos para los lanzamientos, dificultando a los corredores y al dugout contrario, el típico “robo de señales”.
Para 2025, PitchCom está siendo usado en su cuarta temporada, y ha ayudado que el tiempo del juego sea más acelerado. Consta de tres transmisores y 12 recibidores, ya que de acuerdo con las reglas de la MLB, todos los jugadores defensivos pueden recibir las señales.