Publicado en Nacionales, hace 16 horas
Santo Domingo.- La circulación activa de virus respiratorios no ha dado tregua al país en los últimos meses, registrándose desde el primero de enero del 2024 a la fecha, la incidencia de por lo menos ocho de ellos.
Esto incluye, al Covid-19, que está presente en el 22% de las muestras, además, de tres tipos de influenza, adenovirus, sincitial respiratorio, parainfluenza y metapneumovirus.
Por ejemplo, a mediados del pasado mes de mayo, la vigilancia epidemiológica detectó la circulación simultánea de al menos seis de ellos, como son la influenza A (H1N1) pdm09, influenza B Victoria, Adenovirus, Coronavirus SARS-CoV-2 o Covid-19, virus sincitial respiratorio (VSR) y Parainfluenza.
Mientras que la vigilancia centinela de infección respiratoria aguda (IRA) notificó en la última semana de mayo, 29 casos sospechosos de IRAG, para un acumulado en los primeros cinco meses de este año de 630 casos sospechosos y 94 casos confirmados.
Del total de confirmados, 72 casos, es decir el 77 % de los mismos, fue detectado en menores de 10 años, siendo Santiago la provincia que concentra el mayor número de casos, con el 22.3 %, seguido de Santo Domingo Este con el 11 %.
De acuerdo a los datos contenidos el boletín epidemiológico número 22, emitido ayer, correspondiente a la semana del 25 al 31 de mayo, durante la semana epidemiológica anterior, se analizaron 91 muestras de virus respiratorios en el Laboratorio Nacional de Referencia en Salud Pública Dr. Defilló.
Del total de muestras positivas, el 6.6 % correspondió a influenza; el 1.1 % al virus sincitial respiratorio; el 22.2 % para SARS-CoV-2 y el 2.2 % para otros virus respiratorios.
Las autoridades sanitarias recuerdan que la infección respiratoria aguda se define por la aparición súbita de fiebre igual o superior a los 38 °C y síntomas respiratorios en los últimos 10 días.
Esta, alerta, puede progresar a infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) caracterizadas por dificultad respiratoria, convulsiones o fallo ventilatorio, lo que sin intervención oportuna puede conducir a la muerte.
La Dirección de Epidemiología recomienda mantener la vigilancia activa y destaca la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y control, como la vacunación en grupos vulnerables, la promoción de medidas de higiene respiratoria y el fortalecimiento de la capacidad diagnóstica y de respuesta rápida ante brotes.
Dengue: 898 sospechosos
En torno al dengue, el boletín epidemiológico correspondiente a la semana 22, señala que se notificaron 31 casos sospechosos y uno confirmado.
El acumulado nacional hasta el 31 de mayo asciende a 898 casos sospechosos y 117 confirmados, mientras la incidencia acumulada de casos sospechosos es de 19.75 por 100,000 habitantes, siendo la provincia Hermanas Mirabal la de mayor carga, con una incidencia de 147.62 por 100,000 habitantes.
En relación a los casos confirmados, la incidencia acumulada es de 2.57 por 100,000 habitantes, destacándose la provincia Valverde con la mayor incidencia con 14.45 por 100,000 habitantes.
Malaria: 12,561 casos sospechosos
Durante la última semana el reporte indica que se notificaron 462 casos sospechosos de malaria, de los cuales 8 fueron confirmados.
El acumulado del año asciende a 12,561 casos sospechosos, con 300 casos confirmados.
Del total de casos confirmados, el 52 % corresponde a la provincia de San Juan; el 36 % a Azua y el 8 % a Elías Piña. La incidencia acumulada (IA) de malaria es de 6.60 casos por cada 100,000 habitantes.
La provincia de San Juan registra la mayor incidencia acumulada, con 176.99 casos por cada 100,000 habitantes, asociada a un foco activo de transmisión.
El 67 % de los casos confirmados corresponde al sexo masculino, predominantemente en el grupo etario de 20 a 29 años.
Ante este escenario, Salud Pública destaca que se ha intensificado la búsqueda activa de febriles en zonas de alta movilidad y asentamientos agrícolas de provincias con focos activos o residuales.
También, agrega, se ha reforzado la vigilancia epidemiológica mediante la detección activa de casos, especialmente en áreas de mayor movilidad poblacional. Estas acciones forman parte del Plan Nacional de Eliminación de la Malaria, que busca reducir la carga de la enfermedad mediante diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y control del vector.