Publicado en Todo Incluido, hace 1 año
El equipo de asesores que trabajan al lado del presidente Luis Abinader en la parte de su imagen y la de su gestión gubernamental se han planteado una estrategia bastante agresiva y costosa a los fines de posicionar en la psiquis de la gente que en este país todo marcha a las mil maravillas.
El ejercicio agresivo de propaganda mediática que se ve y se siente en los cuatro puntos cardinales de la República Dominicana en torno a la figura presidencial y la actual gestión gubernamental es descomunal.
En honor a la verdad, desde que tengo uso de razón jamás había visto una maquinaria publicitaria y de propaganda tan bestial y robusta al servicio de un gobierno y un candidato en busca de una repostulación presidencial.
Según los propios reportes oficiales de los organismos de control y monitoreo del gasto del Estado dominicano la inversión en publicidad y propaganda de la actual gestión gubernamental ha llegado a niveles escandalosos.
De acuerdo con las cifras de la Dirección General de Presupuesto (Digepres) en 2022 el Gobierno ejecutó gastos en publicidad por RD$6,374.6 millones, superando en un 11.4% el máximo histórico del gobierno anterior del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) bajo el mando de Danilo Medina.
En este año 2023 la situación no ha cambiado. Por el contrario, se mantiene el mismo ritmo de incremento en gasto de publicidad con una asignación presupuestaria de RD$7,903 millones, la cual, en caso de ejecutarse, superaría en más del doble lo gastado en 2021 y superaría en un 24% su propio récord máximo de 2022.
Ver esta realidad y analizando de manera fría este gasto excesivo de recursos económicos que todos pagamos con nuestros impuestos, en publicidad estatal, hay que llegar a la conclusión de que ya no son los peledeístas y pueblistas los campeones en esa materia. Sin dudas, hoy esos dos partidos podrían considerarse unos chivitos harto de jobo al lado del partido del cambio.
Es una pena que un gobierno que hace alarde y se ufana de estar comprometido con un gasto racional y de calidad de los recursos públicos, hoy este superando a sus antecesores en el ejercicio gubernamental. Y lo peor de todo, es que esto se esté llevando a cabo en las narices del presidente Luis Abinader y nada pase.