Mujer es condenada a 30 años de prisión por torturar y asesinar a su sobrino de 8 años en Higüey

Higüey, provincia La Altagracia. – El Tribunal Colegiado de la provincia La Altagracia condenó este martes a 30 años de prisión a Carmen Jiménez, hallada culpable del asesinato con actos de tortura y barbarie de su sobrino de ocho años, en un crimen que conmocionó a la comunidad de Verón el 13 de enero de 2024.

En la misma sentencia, el tribunal absolvió a González Valentín Rojas, pareja sentimental de la acusada, y ordenó su liberación inmediata al no encontrar pruebas suficientes que lo vincularan de forma directa con los hechos.

La jueza Sagrario del Río, quien presidió el tribunal, ordenó además que Jiménez deberá pagar una indemnización de cinco millones de pesos a los familiares del menor. La mujer cumplirá la condena en la cárcel de Najayo Mujeres.

Un crimen atroz y documentado

Durante el juicio, se reveló que el niño presentaba 147 heridas de distintos tipos, incluyendo la pérdida de seis piezas dentales y múltiples traumas. La causa de muerte fue un shock hemorrágico, hipovolémico y séptico, según el diagnóstico médico forense.

Jiménez confesó que las agresiones comenzaron en diciembre de 2023, mientras el menor vivía bajo su custodia, tras ser entregado por su padre, Santiago Colomé Jiménez, a cambio de una remuneración económica. Según su propio testimonio, la mujer admitió haber golpeado repetidamente al niño con machete, cables, cucharas, cuchillos y objetos metálicos. En uno de los episodios más perturbadores, confesó haberle introducido un hierro por la vía anal.

El proceso judicial

En enero de este año, ambos acusados fueron enviados a prisión preventiva por 18 meses, tras ser imputados por el Ministerio Público por violaciones múltiples al Código Penal Dominicano, a la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, y a la Ley sobre Armas.

La absolución de Rojas fue ordenada al no encontrarse elementos suficientes que probaran su participación directa en los actos de tortura o asesinato.

Un gesto tardío y silencio tras la sentencia

Tras la lectura del fallo, ambos imputados se arrodillaron en la sala como gesto de perdón. Jiménez no ofreció declaraciones mientras era escoltada por las autoridades.