Publicado en Nacionales, hace 6 horas
Santo Domingo. – Luis Alberto Cuevas Valenzuela, alias “Kiko” fue ejecutado por agentes de la Policía Nacional que lo confundieron con uno de los 14 delincuentes más buscados en Santo Domingo Oeste, según denunciaron este jueves sus familiares.
Su padre, Luis Antonio Cueva Félix, relató que el hecho ocurrió alrededor de las 2:30 de la tarde de ayer, cuando su hijo se encontraba en un colmado cercano a su vivienda, en el municipio Los Alcarrizos, provincia Santo Domingo.
Según indicó, los agentes de la Dirección Central de Investigación (Dicrim) le dispararon en al menos 12 ocasiones a quemarropa y, posteriormente, le colocaron un revólver para simular un enfrentamiento.
“Mi hijo levantó su polocher y les dijo: ´No me maten, estoy desarmado´, pero aun así lo ejecutaron frente a niños y vecinos”, aseguró el progenitor.
Cueva Félix insistió en que la Policía pretende presentar a su hijo como si fuera Miguel Alberto Ferreras, alias el Ñaca, quien figura en la lista de los más buscados, pero reiteró que ese individuo está vivo.
“El único muerto es mi hijo Kiko; el otro anda suelto”, declaró.
Agregó que su vástago nunca fue conocido como ´Ñaca´ y que la persona realmente buscada continúa en libertad, por lo que, dice las autoridades intentan encubrirlo presentando a su vástago como ese prófugo.
Desaparición de pertenencias
Tras el hecho, los parientes denunciaron, además, la desaparición de sus pertenencias, incluyendo la cédula, un celular, una cadena y el dinero que el hoy occiso había retirado de una agencia remesadora, tras un envío que le realizó su madre desde Chile.
“Exijo justicia. Están encubriendo al verdadero delincuente con la muerte de mi hijo, mientras ese hombre sigue libre y ellos lo saben”, manifestó el padre.
La familia sostuvo que Kiko no tenía antecedentes por homicidio ni crímenes mayores, salvo una acusación relacionada con un celular.
“Mi hijo trabajaba en construcción y sheetrock, no era un delincuente, y deja en la orfandad a cuatro niños”, puntualizó.
Finalmente, exigieron una investigación independiente y justicia, al señalar que el caso constituye un grave error de identidad con consecuencias fatales.