Nueva invasión a Haití

Se conoce el avance de la resolución que redacta Estados Unidos en la Organización de Naciones Unidas, mediante la cual se trataría de oficializar una nueva intervención extranjera en Haití. El 1ro de junio del 2004, la ONU estableció La Misión de Estabilización de la Naciones Unidas en Haití, la tristemente célebre MINUSTAH y de todos es conocido el doloroso y vergonzoso resultado unos 13 años después.

A propósito de las sucesivas intervenciones extranjeras en Haití, el New York Time publicó el 6 de junio 2022, un interesante trabajo que aborda la invasión norteamericana de 1914; este trabajo trae elementos desconocidos para muchos de nosotros y recreamos algunos aspectos del texto publicado bajo la firma de Selam Gebrekidan, Matt Apuzzo, Catherine Porter y Constant Méheut.

Lo primero que llama la atención es cómo se nombra el articulo: “Invadan Haití, exigió Wall Street y eso hizo Estados Unidos”; este titular en un medio del prestigio y peso de NYT, es suficiente para que la curiosidad nos interne en él.

Y a continuación:” En el sopor vespertino de una tarde de diciembre, ocho infantes de la Marina estadounidense ingresaron a la sede del banco nacional de Haití y salieron con 500,000 dólares en oro, empacados en cajas de madera”.  .. “En pocos días, el oro estaba en la caja fuerte de un banco de Wall Street.

“Estados Unidos declaró que la invasión de Haití era necesaria. Según su justificación, el país era tan pobre e inestable que, si Estados Unidos no se hacía cargo, lo haría otra potencia, nada menos que en el patio trasero de Estados Unidos. El secretario de Estado, Robert Lansing, también describió la ocupación como una misión civilizadora para acabar con la “anarquía, el salvajismo y la opresión”. En Haití, convencido de que, como escribió una vez, “la raza africana carece de toda capacidad de organización política”.

Hacemos una primera parada para comentar este párrafo. Las justificaciones de USA frente a esta invasión, van desde la perspectiva imperial, por el control territorial de “su patio trasero” y con una visión colonialista y por tanto de superioridad al plantearse la invasión como “una misión civilizatoria” y cierra su visión con una postura racista al decir:” la raza africana carece de toda capacidad de organización política”. Las valoraciones del entonces secretario de estado Lansing, solo apuntalan la orientación racial y anti-haitiana de los norteamericanos esclavistas que se opusieron a la independencia haitiana por el temor a que la lucha de este pueblo inspirara a los esclavos en tierras del norte y que los mismos lucharan por su libertad y consecuentemente, contra la esclavitud; es oportuno señalar que Estados Unidos duró 60 años para reconocer la independencia haitiana.

 En contra posición, la Comunidad de Caribe (CARICOM) a propuesto que sean los haitianos que decidan en qué dirección deben conducir su país y que la comunidad internacional ( y yo agrego encabezada por los Estados Unidos) lleven a cabo una especia de plan Marshall, tal como ocurrió con Europa 1947 después de la segunda guerra mundial.

Estados Unidos ha “invertido” una cantidad apreciable de dinero en Ucrania en su guerra contra Rusia, sin embargo, a olvidado la realidad insoslayable que vive Haití. Canadá acaba de sancionar a importantes dirigentes políticos de la media isla, acusándolos de ser los perpetradores y sostenedores de las bandas criminales que sustituyeron a la policía y el ejército haitiano a raíz de su disolución y que mantienen en permanente estado de sitio a la hermana república, además de la miseria espantosa y la expulsión masiva de sus habitantes.

La propuesta de CARICOM, debe ser valorada en su justa medida y sin mayores dilaciones, primero para que los haitianos sean los protagonistas de su destino, es serio decir, que en Haití existe una amplia organización de base que está en condiciones de integrarse a un proceso de reconstrucción.

La casa blanca debe valorar, junto a otros países, una salida honrosa y de largo plazo y la propuesta de un plan Marshall de CARICOM, parece una salida sentada.