Publicado en Nacionales, hace 3 horas
Santo Domingo.– Un preocupante patrón de violencia doméstica sacudió a la República Dominicana entre el 31 de mayo y el 15 de junio, cuando al menos cuatro mujeres terminaron con la vida de sus parejas o exparejas en distintos puntos del país.
Los casos, separados por días pero unidos por el uso de armas blancas, han reavivado el debate sobre la dinámica de género y el manejo de conflictos dentro de las relaciones afectivas.
El incidente más reciente ocurrió en la madrugada del domingo 15 de junio, cuando Katherine Sánchez Mejía, de 28 años, apuñaló mortalmente a su expareja, José Manuel Encarnación Encarnación, de 32, en su residencia del sector La Nueva Barquita, en Santo Domingo Norte.
Según el informe preliminar de la Policía Nacional, Sánchez habría actuado en defensa propia al ser supuestamente atacada por el hombre, quien irrumpió en su hogar a las 4:50 a. m. mientras ella regresaba acompañada de dos amigas. Tras el hecho, se entregó voluntariamente a las autoridades.
La secuencia de hechos comenzó el 31 de mayo con dos crímenes registrados el mismo día. Uno de ellos ocurrió en San Francisco de Macorís, donde Natalia de Jesús, de 27 años, mató a cuchilladas a su pareja, Anderson Ortiz Ávalo, conocido como “Kike”, durante una discusión en su vivienda ubicada en el sector Rabo de Chivo.
El segundo caso en esa localidad se registró una semana después, cuando Lisbeth Jiménez García, de 26 años, apuñaló a su pareja, Jorge Rodríguez, de 35 años, tras una presunta disputa doméstica.
Aunque las autoridades aún investigan las circunstancias de cada crimen, fuentes extraoficiales señalan que en al menos uno de los casos se alega legítima defensa.
Los cuatro hechos violentos, además de ocurrir en un corto periodo, comparten la característica del uso de cuchillos u objetos punzantes, lo que ha generado preocupación en las autoridades y organizaciones sociales sobre los niveles de conflictividad y la falta de mecanismos eficaces para la prevención de la violencia en el hogar.